El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, recibió ayer de Alfons García Ninet, varias obras y fotografías de 'Portmany'.

JULIO HERRANZ

El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, recibió ayer de Alfons García Ninet, coleccionista y gran conocedor de la obra de Antoni Marí Ribas 'Portmany', una serie de dibujos y fotografías del artista ibicenco, de quien este año se celebra el centenario de su nacimiento. La donación consiste en una colección enmarcada de 12 apuntes de dibujos de distinta temática, más otros dos dibujos de payeses, los cuales se supone que representan la propia madre de Portmany. Uno de estos dibujos, el de formato más pequeño, corresponde a la primera época del pintor, cuando aún firmaba sus trabajos como 'Toni Marí'.

En cuanto a las fotografías, se trata de una colección de 10 instantáneas realizadas en 1973 por el propio García Ninet o su señora y en las que se ve a Portmany con la familia del amigo, quien no es la primera vez que dona al Ayuntamiento ibicenco obras del reconocido artista. Así, en la anterior legislatura cedió al Ayuntamiento de Eivissa un dibujo a tinta, en color. Las obras objeto de la donación formarán parte de los fondos del Museu d'Art Contemporani de Eivissa (MACE), mientras que las fotografías serán depositadas en el Arxiu d'Imatge i So Municipal de Eivissa.

La donación de este material ha tenido lugar pocos días después de cumplirse el 32º aniversario de la muerte del dibujante (el 22 de mayo de 1974). Precisamente, el pasado día 22 el Ayuntamiento colocó una placa conmemorativa, obra del ceramista Toniet, en la calle de Antoni Marí Ribas, Portmany.

Por el amplio conocimiento que Alfons García Ninet tiene de la obra del pintor y dibujante ibicenco, colaboró con el crítico Daniel Giralt-Miracle en la publicación del libro «Antoni Marí Ribas Portmany: el dibujante de Ibiza» (Polígrafa S.L., Barcelona), un amplio estudio sobre la obra de Portmany, en cuya biografía tuvo un considerable peso específico el marqués de Lozoya, un notable mecenas de la cultura, que llegó a ser durante el franquismo director general de Bellas Artes y presidente de la Real Academia de San Fernando.

Giralt Miracle cuenta en dicho libro el tipo de amistad que surgió entre el marqués y el artista: «Inmediatamente se produjo una afín sintonía entre ellos. Su afecto fue tal que Marí Ribas necesitaba mostrar al marqués sus obras antes de exponerlas para afianzarse en sí mismo. Llegaron a ser confidentes y sinceros amigos. Fue esta una vinculación que duró toda la vida. El epistolario entre los dos es una sustanciosa muestra de esta intimidad que rara vez manifiesta un artista con un crítico o un historiador».