Nito Verdera y la consellera de Cultura inauguraron ayer el simposio en la UIB de Eivissa Fotos: G. G. LAMA

El simposio internacional sobre «La lengua materna de Cristóbal Colón» comenzó ayer en la Extensión Universitaria de Eivissa con tres ponencias: «La lengua de Colón, reflejo de una vida», del doctor César Hernández Alonso (Universidad de Valladolid); «L'escriptura de Colom», del doctor David Garrido i Valls (paleógrafo-historiador; Alicante), y «Els Coloms d'Eivissa, segles XIV-XVI», de Antoni Ferrer Abárzuza (historiador, Eivissa). Previamente, tuvo lugar la recepción y la entrega de documentación a los congresista, seguida de la inauguración oficial del simposio y los discursos institucionales.

La tesis de la ponencia de Hernández Alonso es que «Colón pasa lingüísticamente de una lengua a otra y se nos pierde el rastro de la anterior. Aún hay muchos enigmas que resolver sobre este gran hombre. Parece como si cuando iba de una tierra a otra, de un país a otro borrara sus huellas. Es la sensación que da», explicó este experto en la figura del descubridor de América, de cuya muerte se cumplen 500 años, quien afirmó: «Indudablemente, su lengua nativa es un dialecto muy parecido al piamontés. En Génova tuvo que aprender el italiano, que era la lengua oficial de la escuela, que va olvidando; deja alguna huella en sus cartas manuscritas, que es con lo que he trabajado yo, porque documentos como su diario están distorsionados», precisó el ponente.

Hernández se refirió también que terminada la etapa italiana, Colón va a Portugal, donde «se empapa de portugués; y debió hablarlo muy bien, tanto que conquistó a la que sería su mujer, de una clase social elevada a la que él no pertenecía». A continuación viene a España, «pero se pierde el rastro de escritos portugueses. Su multilingüísmo es a lo largo del tiempo lo que llamamos diacrónico, con factores que lo condicionan y mediatizan».

Preguntado por este periódico si ha detectado catalanismos en su escritura, César Hernández afirmó: «Para ser sinceros, hay bastante menos de lo que se dice. Los hay en el léxico, pero en la época los catalanismos son comunes en toda la cuenca mediterránea norte. Esto lo voy a tratar en una ponencia que tendremos en Valladolid en mayo. Sin embargo -y lo he analizado minuciosamente-, rasgos fonéticos del catalán no queda ninguno en sus cartas; y las he revisado con cuidado».

Tampoco parece tener duda sobre el origen de Colón: «Está confirmado documentalmente, y los historiadores en estos momentos no tienen ninguna duda de que nació en Génova. El problema son los antecedentes de Colón; ahí es donde está el gran misterio», subrayó Hernández.

La ponencia de Garrido i Valls, quien apuntó que trabaja «a partir de la documentación conservada», es que la escritura de Colón tiene un «carácter híbrido en la cual predominan sobre todo los caracteres catalano-aragoneses». El paleógrafo (que estudia las letras antiguas) tampoco cree que sea genovés, «porque entonces habría usado la lengua mercantil italiana, y eso no lo hace», señaló.