Julio Herranz23/03/06 0:00
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«Desde que supe que estaba embarazada me propuse hacerle a mi hijo una canción por mes; más la décima, 'Julen', que la he grabado en directo en Can Ventosa, y es aún más especial, porque el niño está a punto de nacer». Con estas palabras explicó el lunes Rubén García a este periódico el proceso de gestación musical, paralelo al de su chica, que ha reunido en un disco titulado «Un sueño», grabado en su casa.

La música es la faceta más querida por este asturiano (Gijón, 1975) residente en Eivissa desde hace cuatro años. Pero tiene otras: «Soy jefe de animación de un hotel, preparo espectáculos, canto, bailo, hago comedia...», enumeró. Una versatilidad creativa que pudieron disfrutar el sábado los que asistieron en Can Ventosa al festival en benefició de AFFAC, que presentó y animó.

Su interés por la música arranca de cuando tenía 10 años y su padre (la familia vivía ya en Mallorca) le regaló una guitarra y una armónica. Su desarrolló artístico se forjó en escenarios como actuaciones en los finales de curso y más tarde en pub's y en algún teatro de Mallorca. Entre 1994 y 2003 formó con un amigo alemán el dúo Nav & Rubén, llamado más tarde Freemen, especializados en versiones de rock y pop internacional. Trabajos de animación para turistas por todos los rincones de la isla, y alguna actuación en solitario. Hasta llegó a presentarse a la segunda edición de Operación Triunfo, y alcanzó la final. «No pasé, y hoy doy gracias a Dios que fuera así, porque ya no soy muy partidario de esta fórmula», apuntó el cantautor.

Pero la música sigue siendo su pasión principal; y hacerla llegar en vivo y en directo a la gente, su máxima aspiración. «Mi mayor ilusión es que escuchen mis canciones, con eso soy el hombre más feliz del mundo», afirmó. Y, por supuesto, avanzar en ese camino creativo. «No tengo a nadie que me promocione, me faltan contactos», apuntó, añadiendo que le gustaría grabar «el disco de mi hijo en un gran estudio y en condiciones; con buenos arreglos, porque aquí lo hago yo todo». Con un último deseo: «Dar un concierto en Can Ventosa (me encanta) para presentar mis canciones».