Hasta el próximo 4 de abril el Ludwig Museum de Coblenza (Alemania) acoge una amplia exposición antológica de las distintas facetas creativas de Josep Vallribera, un polifacético artista residente durante muchos años en Eivissa, isla con la que nunca ha perdido el contacto y a la que vuelve de vacaciones dos veces al año.

La muestra, de carácter itinerante, fue presentada el pasado mes de junio en el Museu d'Art Jaume Morera de Lleida y su periplo terminará en el Museu de Florencio de la Fuente de Requena (Valencia), «donde ahora hay una exposición de artistas de Balears en la que también está Tur Costa; y una colección de la familia Melià que han hecho a este museo», explicó ayer Vallribera.

Por otra parte, el reconocido artista ha expuesto sus trabajos en la última edición de Arco, que se cerró el pasado lunes, pero no se mostró muy satisfecho con la experiencia. «He estado representado por una galería de Castellón. No me ha gustado demasiado, me da la sensación de que Arco va un poco de baja, pues ya todo se hace alrededor del comercio, y se nota una barbaridad. También estuve con una galería de Barcelona en la feria alternativa de Arte Madrid, que me gustó bastante más. Es un sitio más tranquilo en el que se podían ver las obras. Había artistas que también presentaban cosas en Arco, como Barceló o Canogar, pero todo era más manejable que la otra feria, que al hacerse tan popular se ha desmadrado mucho. Es algo que suele pasar más tarde o más temprano con las grandes ferias internacionales que se convierten en un fenómeno social», concluyó Vallribera.