El faro de la Mola es uno de los edificios emblemáticos de la isla.
Jordi Peñaranda explicó 'in situ' las propuestas. Foto: G. ROMANÍ

La Autoritat Portuària de Balears está estudiando la cesión del faro de la Mola al Ayuntamiento de Formentera, que pretende hacer de él un centro de gestión de actividades culturales y medioambientales, de acuerdo con el proyecto presentado por Jordi Peñaranda y Nuria Monerris.

Jordi Peñaranda, presidente de la asociación de los artesanos de Formentera (AFA) explicó que la idea «está concebida para dar cabida en el faro a un tipo de actividades que potencien tanto el aspecto sociocultural y artístico como de conocimiento del medio y la interacción con él mediante la participación ciudadana».

Con ello se pretende mejorar y ampliar la oferta turística existente en la isla tanto por lo que hace referencia a la temporada turística como fuera de temporada, dirigiendo la finalidad y funcionalidad hacia un turismo sostenible. Según Peñaranda las actividades propuestas en el recinto del faro de la Mola, uno de los puntos más visitados de la isla, se centran en una «exposición permanente relacionada con la riqueza cultural, social y natural autóctona que abarcaría aspectos como la indumentaria, aspectos de interés culinario, herramientas, agricultura, historia, flora, fauna, arqueología».

Además se habilitaría uno de los espacios para exposiciones temporales de los artistas vinculados a la isla y un recorrido central como espacio destinado a la programación cultural de las entidades patrocinadoras del faro.

Aparte de estas salas para exposiciones, el proyecto contempla salas de uso público como biblioteca, internet, sede de asociaciones, bar, tienda con la intención, puntualizó Peñaranda de «poder generar una dinámica de programas de intercambio ofreciendo conferencias, cursos y debates, así como actividades de educación ambiental dirigidos a los escolares y a los visitantes de la isla».

Para el presidente de los artesanos de la isla, «el objetivo es dinamizar el ámbito socio cultural y paliar la estacionalidad ofreciendo una alternativa cultural al turismo de playa».

La propuesta señala la necesidad de constituir una empresa con la forma jurídica de Asociación Cultural que gestionaría el centro y las actividades propuestas, nombrando al Consistorio como socio de honor. Las actuaciones de rehabilitación y acondicionamiento del espacio físico se llevarían a cabo cuando la Autoritat Portuària otorgue la concesión del uso y gestión del faro a favor del Ayuntamiento de Formentera.

Jordi Peñaranda tiene muy claro que «esta propuesta cubre una demanda cultural y social inexistente en la isla, se orienta hacia la potenciación del turismo sostenible y hace hincapié en el aspecto educativo de respeto hacia el medio natural».

El proyecto del faro de la Mola quiere convertirse en un referente cultural en un intento de «centrar todas las energías, ideas e intereses -subrayó Peñaranda-, para potenciar estas cualidades inherentes a todo el mundo».

Esta propuesta, interdisciplinar se dirige a los habitantes de Formentera y a los visitantes, no limita el ámbito geográfico a Formentera sino que también propone extenderlo a Eivissa y posteriormente a la península y el resto del orbe a través de proyectos exclusivos referenciados a través de la Mola.