La exposición «Utopies i Arquitectura» del Col·legi
d'Arquitectes, que reúne una veintena de proyectos de final de
carrera ubicados en las Pitiüses, sigue ofreciendo ejemplos
interesantes para el debate sobre el urbanismo en estas islas. Si
la semana pasada seleccionábamos dos para Eivissa, esta lo hacemos
con un par de proyectos para Formentera: un «Centre
d'Interpretació» para sa Savina, de Maria Osa, presentado a
primeros de año, y una «Escola de Vela», de Xavier Planas; un
trabajo de 1983 que daremos a conocer mañana en estas páginas.
La joven arquitecta catalana de 27 años forma parte del equipo
de cuatro colegas que ganaron el pasado mes con el proyecto «Parque
de los Juncos» el concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento
de Eivissa para el solar de la antigua plaza de toros. Eligió las
salinas de Formentera, «porque preferí buscar un entorno diferente
que no estuviera cerca de Barcelona, que es donde la gente de la
Escuela suele ubicar sus proyectos», explicó ayer a este periódico
Maria Osa. «Venía mucho por aquí y vi que en Formentera había
necesidades de edificios públicos. Me informé sobre las ideas que
el Ayuntamiento tenía en mente, aunque fueran utópicos por el tema
del dinero, y me quedé con el tema de las salinas, que por su
desuso está muy degradado».
El Centre d'Interpretación proyectado estaría ubicado «en el
límite del núcleo urbano de sa Savina, porque no quería construir
en el Parque Natural. Cogí un solar donde se almacenaba
antiguamente la sal. La llevaban desde las salinas por un carrilet
con unas vagonetas y luego la depositaban al lado del puerto, en
una especie de terreno que queda hundido respecto a la cota del
mar, para irla mandando por barco». Osa aprovechó «este desnivel
para integrarme mucho en unos muros de piedra que existían. Es un
solar vacío que no se aprovecha para nada. Desde allí saldrían unos
recorridos para visitar a pie las salinas con visitas guiadas y
controladas. En el centro se explicaría los que son las salinas, la
formación de sal, el valor que tenía y tiene el Parque Natural,
habría una escuela de Natura...», relató con entusiasmo Maria
Osa.
Sin embargo, aún no lo ha presentado al Ayuntamiento de
Formentera. «Tengo el dossier preparado para ver si le interesa,
pero aún no lo he entregado. Creo que puede ser muy viable; el
proyecto podría revitalizar la zona y hacerla incluso rentable de
cara al turismo, porque es algo inédito en estas islas y tiene un
valor ecológico brutal por las especies que viven en las salinas,
tanto aves como vegetales que sólo crecen allí», aseguró Osa.
Una opinión que comparten los comisarios de la exposición, Marc
Tur y Marià Castelló. «Es una propuesta de actualidad, porque los
políticos han hablado mucho de la necesidad de hacer una
intervención para explicar el proceso de la extracción de la sal.
Aprovecha un emplazamiento inutilizado en una depresión al lado del
puerto de sa Savina, también vinculada al proceso salinero; justo
antes del embarque de la sal y el lugar de almacenamiento. Esta
depresión se utilizaría para colocar la masa del edificio, de tal
modo que desde la fachada del puerto la repercusión es mínima»,
explicó Castelló, añadiendo que «el programa que sustenta es
básicamente de interpretación educacional y de sala de
exposiciones, lo que podría completar la oferta cultural de la
isla».
Una valoración del proyecto de Maria Osa para las salinas de
Formentera respaldada por su compañero de comisariado, ambos
arquitectos del Col·legi pitiuso. Con una última consideración, de
carácter más bien político, por parte de Marc Tur: «Creo que todo
edificio público tiene que dar respuesta a su propio programa, y al
mismo tiempo ponerse a disposición de la sociedad».
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