La Sala de Cultura de «Sa Nostra» acogió ayer la inauguración de la exposición «Les Salines de les Balears. El paisatge inventat», que estará abierta al público hasta el 12 de febrero. Comisariada por Miquel Frontera, la muestra recala en Eivissa tras ser presentada en Palma y antes de viajar a Menorca. «De una quincena de salinas que funcionaban en las Islas hasta los años 60, quedan sólo tres en activo. Es una actividad que está cambiando y desapareciendo en el sentido que tenía hasta ahora», explicó ayer a este periódico el comisario de la muestra, Miquel Frontera.

Una realidad no del todo irreversible, si evoluciona en otra dirección. «Hay muchos factores difíciles de prever acerca de cómo funcionarán en el futuro. Creo que las soluciones pasan por adaptar estos espacios a otros usos; por ejemplo, la explotación de la sal podría estar asociada a la conservación del paisaje y de los elementos patrimoniales de las salinas, como complemento del déficit económico que produce actualmente la explotación salinera en exclusiva», especuló el comisario como solución de futuro; más urgente en unos casos que en otros. «Las de Eivissa funcionan bien, con un mercado estable; en cambio la de Menorca y algunas de Mallorca tenían un mercado más reducido y casero y no han podido subsistir. Les resultaba más barato importar sal que producirla ellos», añadió.

Una buena parte de las instalaciones salineras tienen interés históricos, etnológico y arquitectónico, aunque la mayoría estén abandonadas. Interés que ha sido reconocido oficialmente en algunos casos; como en las de Formentera, declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) o las de Eivissa, cuyo expediente está en proceso.

En cuanto al contenido de la muestra, «hemos intentado dar una visión del tema en conjunto que toque los distintos aspectos; medioambientales, geográficos, históricos, diferencias entre los distintos tipos de explotación, el patrimonio arquitectónico e industrial... De todos estos elementos damos una pincelada», precisó Miquel Frontera, autor también de parte de las abundantes fotografías de la muestra; entre las que destacan una excelente serie que el prestigioso fotógrafo Francesc Català Roca realizó en los 50 de las Salines de Eivissa.

En esa «visión interdisciplinar» del conjunto, destaca asimismo el documental-ficción «Autour des salines», del director de cine catalán Jacint Esteva y producida por Pere Portabella. «La rodó en los 50, dura 20 minutos y creo que es inédita en Balears. A medio camino entre el documental y la ficción, un género que se hace bastante actualmente, aunque nació en Francia en los 60, da una pequeña visión de la isla y describe cómo se extraía la sal entonces; algo diferente de cómo se hace hoy en día», apuntó.

También destacan como elementos culturales de la muestra dos documentos del Archivo General de Simancas relativos a las Salines de Eivissa, uno de 1744 y otro de 1771; así como algún texto poético de Villangómez y de Valero, entre otros. «Habrá muchas visitas escolares, para las que hemos hecho una adaptación didáctica con monitores que explicará la exposición a los alumnos de forma divulgativa».

El comisario de la muestra señaló que la muestra itinerante «es un trabajo de equipo, por lo que me gustaría agradecer la colaboración del historiador ibicenco Antoni Tur Torres, que está realizando una tesis sobre el comercio de la sal en el Mediterráneo. A los salineros ibicencos Pep Mayans, Pep Gregori y Toni Torres García, y a los hermanos Manel y Joan Tauet, salineros de Formentera. Los hemos entrevistado y han contado cosas muy interesantes», concluyó Frontera.