La pianista Mary Wu piensa quedarse unos días más en Eivissa al finalizar el concurso para ver la isla Foto: M. TORRES

«El piano es el único juguete de la infancia que recuerdo», asegura la pianista china Mary Wu al explicar que a los tres años ya estaba tocando en público en un país donde el piano es el instrumento elegido por 40 millones de personas.

Esta noche Wu ofrecerá un recital que incluye piezas de Mozart, Bach, Ravel y Zhou , con motivo de la inauguración del XVII Festival Internacional de Música de Eivissa 2005 que tendrá lugar en el centro cultural de Sant Carles a las 22 horas.

Mary Wu asiste como miembro del jurado al concurso que tendrá lugar este lunes 29, posterior al festival. «La primera vez que estuve en Eivissa fue en 2001 también participando como miembro del jurado», explica la pianista china. Además, «no parece un concurso porque los músicos olvidan la tensión y sólo piensan en la música, en compartir y en aprender», añade.

Según la conocida pianista china, «las competiciones son beneficiosas para los músicos pero no deben ser la finalidad. No se puede pensar sólo en ganar, hay que aprovechar y aprender de los demás».

Como jurado, el papel de Wu será duro ya que este año se garantiza un alto nivel de los participantes, pero para ella lo más importante es «conocer a los pianistas, y compartir la música con gente de otros países y de otras culturas.

Sobre su carrera, destaca que Mary Wu haya tocado en la mayoría de las salas de concierto de todo el mundo y con los más importantes músicos como Yehudi Menuhin, James Buswell o Vlado Perlemuter. De este último, con el que ha actuado en varios conciertos, recuerda que a pesar de los más de setenta años de Perlemuter, éste le confesaba minutos antes de salir al escenario que estaba muy nervioso. «Cuando más viejo eres, más nervioso te pones», recuerda que le decía su maestro.

No obstante, el concierto que recuerda con más cariño es el que dio en China por primera vez desde que se marchó años atrás a Londres para seguir su carrera como pianista, porque como asegura, «volver a casa después de tanto tiempo y poder tocar ahí fue muy emocionante para mi».

Aunque es difícil para un músico elegir algún compositor o pieza favorita, Mary Wu opta por la francesa, «me gusta por su carácter ensoñador e impresionista», y por ello una de las piezas imprescindibles de sus conciertos es Jeux d'eau (1901) de Maurice Ravel porque «es muy espectacular, se toca todo el piano para imitar los sonidos de la naturaleza, suena a música china», cuenta emocionada.

Mary Wu es una entusiasta intérprete de la música de cámara, aunque «cuando tocas con más músicos debes saberte las partes de todos, vives sensaciones diferentes respecto a tocar sola». En cuanto termine el concurso, Wu se quedará unos días más en Eivissa para conocer la isla, pero deberá volver a Londres para iniciar una gira junto con cuatro violinistas.