Escena de «Molt soroll per res», de Shakespeare, en el montaje que Zschiedrich ha estrenado este fin de semana en Eivissa.

L. MOYÀ /J. HERRANZ

El director Konrad Zschiedrich ha pisado escenarios de medio mundo. Ha trabajado en Alemania, su país natal, en Portugal, España, India, Irlanda o Suecia, entre muchos otros. Ahora, su extenso currículum incluye una nueva región: Balears, ya que el reconocido director ha estrenado este fin de semana en el auditorio de Can Ventosa «Molt soroll per res», una coproducción entre la Fundació Teatre Principal de Palma y Rafel Oliver Produccions. Un montaje que desde Eivissa inicia una amplia gira, primero en catalán y después en castellano, por las Islas, Catalunya y algunas otras autonomías.

-¿Cuál ha sido su planteamiento para este 'Shakespeare'?

-Es un montaje fiel al texto con una puesta en escena sencilla que cuenta con un vestuario espectacular. La pieza se burla de las locuras que suscitan las modas y su deformación. Detrás de las dos historias de amor hay problemas de confianza, muestran cómo la gente se pone máscaras para esconderse. Su esencia es muy moderna, porque habla de la comunicación, de las informaciones contradictorias. Dirigir un Shakespeare te permite conocer siempre un nuevo mundo, no he conocido nunca un autor tan sorprendente como el autor inglés.

-«Molt soroll per res» cuenta con actores catalanes y también de Balears.

-He buscado los mejores actores para el papel. A muchos los conocía del Institut del Teatre de Barcelona, donde he impartido clases. Como alemán, me sorprende que en España el teatro sea muy local, es como un círculo. El localismo es un problema porque no existe un teatro de intercambio. En Alemania, las compañías van de un lugar a otro. Aquí, el teatro es más regional, el mundo de la escena permanece muy cerrado. El aislamiento nunca ayuda; el intercambio, sí, permite que el nivel cultural crezca.

-¿La poca inversión en teatro ayuda a que la situación perdure?

-Sí. En España se invierte poco en cultura con respecto a otros países europeos. Parece que dan limosna, no existe una política cultural coherente. Hay profesionales muy buenos que no pueden mostrar su trabajo por la escasez de ayudas. Además, muchos actores deben compaginar su trabajo en el teatro con otras profesiones para subsistir. ¿Cómo se puede evolucionar? Es como el pez que se muerde la cola. Un teatro profesional debe implicar dedicación exclusiva, algo difícil sobre todo si contar hoy con una plantilla de doce actores durante un tiempo, como con 'Molt soroll per res', es ya de por sí algo excepcional. Aquí la gente tiene más talento que en Alemania.

-¿Qué exige a sus actores?
-Soy bastante duro. Es difícil de explicar. Quiero que profundicen en sus papeles, que los hagan creíbles, que los conviertan en una realidad, que no finjan, algo realmente insoportable.

A lo largo de su carrera, Zschiedrich ha dirigido numerosas obras de Shakespeare. Para el director alemán, «Molt soroll per res» es «una de las cuatro comedias maestras» de la historia del teatro. «El autor inglés era muy crítico con la sociedad, un escritor muy político». Sus historias «tocan los problemas esenciales y existenciales de la humanidad». Escribía sobre los problemas de su Inglaterra natal trasladando la acción a países lejanos. «Mostraba un país que vivía en transición entre dos conceptos de la vida, el feudalismo y el capitalismo, pero sin hablar directamente de Inglaterra». En el fondo, «idea un artificio para llegar a las cosas esenciales».

Una de las principales virtudes de Shakespeare es la perdurabilidad. «Sus historias son en la actualidad completamente vigentes. Supo enseñarnos que lo que sucede siempre responde a motivos personales, algo totalmente real». El director no se considera partidario de los nuevos montajes que trasladan la obra del inglés al presente. «No los entiendo, se trata de algo efímero».