Una de las obras seleccionadas para los IV Premis d'Arquitectura de las Pitiüses.

La sede pitiusa del Col·legi d'Arquitectes de Balears (Can Llaneras, Dalt Vila) acogerá a partir de las 20'30 horas la inauguración de la exposición de las obras que optan a reconocimiento en la cuarta edición de los Premis d'Arquitectura d'Eivissa i Formentera 01-03. De los 45 trabajos presentados, la muestra reúne una preselección de 27 obras. Entre ellas tendrá que elegir a finales de este mes un jurado formado por un miembro de la Junta del colegio sin obra a concurso, dos arquitectos de reconocido prestigio nacional y otro de las Pitiüses.

El próximo mes de julio se darán a conocer los premios, al tiempo que se presenta el libro que reúne los trabajos seleccionados. «Tendrá la misma información que hay ahora en los paneles de la exposición, más alguna foto e información complementaria», precisó ayer a este periódico Marca Ramon, arquitecto coordinador del certamen junto a Pep Ramon.

Las modalidades que optan a premio son las mismas categorías que en la edición anterior: edificios públicos, hábitats colectivos, viviendas unifamiliares, proyectos de rehabilitación e interiorismo y diseño. Todos ellos con fecha de final de obra entre 2001 y 2003. «Habrá el premio a la mejor obra de arquitectura en cualquiera de las modalidades; una mención por cada categoría, más el premio honorífico por votación popular entre la gente que vaya a ver la exposición», precisó Pep Ramon.

La obra ganadora de la primera edición de los Premis d'Arquitectura de las Pitiüses fue el Edifici de l'Observatori (en el Puig des Molins), de los arquitectos Salvador Roig y Xavier Palleja; la de la segunda fue la Casa Stark de Formentera, obra de Tomás Alonso y William Wright; la tercera edición quedó desierta, aunque se dieron tres menciones.

En opinión de los dos arquitectos coordinadores del certamen, «este año hay mucho más dónde escoger que en las ediciones anteriores, 45 obras presentadas. Porque puede haber obra muy buena que no se presente, porque ni el promotor ni el arquitecto lo quieran. Aquí no se obliga a nadie, es voluntario», precisó Marc Tur. De todas formas, «creo que la gente cada vez tiene más ganas de presentarse a estos premios, porque ya se van consolidando y cogen más fuerza. Hasta vienen arquitectos de prestigio nacional que aportan una visión interesante de la arquitectura local», apuntó Pep Ramon.