El pintor, fotógrafo y artista plural Josep Vallribera, catalán
de origen y residente en la isla durante muchos años, tiene en
cartera un proyecto que le tiene particularmente ilusionado: crear
un museo en la Pobla de Benifasà (Castellón) su lugar de residencia
desde hace dos décadas. Un proyecto a diez años vista, pero que ya
empieza a perfilarse: «Hemos comprado un terreno de unos mil metros
cuadrados para, de momento, hacer un taller con una arquitectura
interesante, para dentro de unos diez años, cuando tenga 77, hacer
un museo, modesto pero interesante en el que colgar una colección
de obra mía y de otros artistas que hemos conocidos mi compañera y
yo durante los 25 años que llevamos juntos», explicó a este
periódico.
Un museo en un pueblo que, por curiosas coincidencias, tiene
conexiones artísticas con Eivissa. «Vinimos a vivir aquí porque la
casa era de Jean Willi (pintor y escritor alemán residente en la
isla), buen amigo, como nosotros, de Ivan Spence, que está
enterrado aquí. Y dos casas más abajo de la nuestra estuvo viviendo
Zush (reconocido artista, residente por unos años en Eivissa) con
la hija de Ivan Spence», explicó el polifacético artista, quien
anda actualmente muy ocupado e ilusionado con varios proyectos
«interesantes». El principal es una exposición que inaugurará el
próximo 21 de abril en el Museo Morera de Lleida, en colaboración
con el Museo Ludwig de Coblenza (Alemania), donde se presentará a
final de año o principios de 2006. «Tendrá un buen catálogo y los
dos espacios son preciosos, me hace realmente ilusión», apuntó
Vallribera. Además, también expondrá próximamente su obra gráfica
en una galería de Lleida. Y en Sant Antoni, donde en los 60 tuvo
una galería: «Será en el centro de Sa Punta des Molí, junto a Jean
Willi; a finales de septiembre», informó el artista, añadiendo que
«no pierdo nunca el contacto con Eivissa; cada año paso ahí por dos
veces unas dos o tres semanas».
La última exposición de Vallribera en Eivissa fue en agosto de
2001, cuando presentó en l'Hospitalet la instalación «Lo món como
objecte-art», que tuvo como complemento una performance de
action-art junto al músico Tony Moore, con quien colabora desde
hace tiempo. «Nos conocemos desde hace 15 años y hemos hecho
bastantes cosas juntos, incluidos discos. Pero de vez en cuando
paramos la colaboración para evitar saturarnos uno del otro, porque
si no te amaneras», precisó. Respecto a su complejo y polifacético
mundo creativo, Josep Vallribera afirmó que se divide en tres
partes o conceptos: «Una es la de pintura minimal, digamos; la otra
podría denominarse pintura-pintura, y una tercera parte en la que
realizo objetos y dibujos poéticos, un poco al estilo de poesía
visual. Desde que en 1974 Josep Vallribera dejó Eivissa,
decepcionado por el cariz que iba tomando el desarrollo turístico a
su juicio excesivo, el artista ha desarrollado una notable
trayectoria profesional, y en estos momentos su obra está
reconocida a título crítico y en colecciones destacadas en toda
Europa, dentro de una estética informalista.
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