Los restos del escritor cubano Guillermo Cabrera Infante, que
falleció en Londres a los 75 años, serán incinerados en Londres
confirmó ayer su esposa, la actriz Miriam Gómez. «Guillermo murió
ayer lunes en el hospital a las diez y media de la noche», dijo
Gómez, al precisar que su marido, que se había fracturado
recientemente la cadera y sufría una neumonía, falleció como
consecuencia de una «infección que cogió en el hospital». Los
restos del novelista «serán incinerados en Londres», donde «serán
guardados hasta que pueda volver algún día a una Cuba libre»,
señaló su esposa, quien precisó que la ceremonia de incineración
será un acto estrictamente «familiar».
Gómez explicó que el literato ingresó hace más de una semana en
el Chelsea and Westminster Hospital, tras partirse la cadera el
caerse en el baño de su residencia londinense, y en ese ambulatorio
del centro de Londres atrapó una infección por la falta de higiene.
«Estaba desesperada por sacarlo de allí. Ese hospital es un asco.
Es un horror, aquí no limpian los hospitales», se quejó la viuda
del escritor. Después, el novelista fue trasladado al cercano
Charing Cross Hospital, donde finalmente perdió la vida. El pasado
agosto, el escritor había sido sometido en la capital británica a
una operación de «bypass» que le obligó a estar convaleciente
varias semanas y a interrumpir su ritmo de trabajo creativo.
Nacido en Gibara, provincia del Oriente de Cuba, el 22 de abril
de 1929, Cabrera Infante es autor de medio centenar de libros,
entre los que destacan «Tres tristes tigres», «La Habana para un
infante difunto» y «Mea Cuba». El literato vivió durante casi
cuarenta años en Londres, donde se había exiliado tras oponerse
frontalmente al régimen de Fidel Castro, con el que colaboró en la
primera etapa de la Revolución de 1959. En 1997, Cabrera Infante
obtuvo el Premio Cervantes, el galardón más importante de la
literatura hispanoamericana, que otorga el Ministerio de Cultura.
También estaba en posesión de otros dos galardones españoles
relevantes, el Formentor y el Biblioteca Breve.
Escritores e intelectuales de Iberoamérica coincidieron ayer en
señalar que con la muerte de Cabrera Infante desaparece uno de los
más grandes representantes de las letras cubanas. «Le quería mucho
y éramos muy amigos, me impresiona mucho su muerte, lo lamento de
verdad», aseguró ayer desde Santiago Jorge Edwards, Premio
Cervantes en 1999. «Era un gran escritor, era un escritor muy
original y contemporáneo, tenía algo del mundo literario de James
Joyce o del mundo literario de algunos otros ingleses muy
experimentales», añadió el escritor chileno.
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