La conmemoración anual del 24 de diciembre en Formentera incidirá en el papel de Marc Ferrer como figura clave en la definición de la actual isla y aprovechar para hacer pedagogía reivindicando en el manifiesto la defensa del poco patrimonio que queda en los núcleos urbanos. Santi Colomar, presidente de la OCB de Formentera, explicó ayer que se pretende «que las instituciones recuperen el patrimonio y conseguir un casco histórico para el futuro que mostrar».

Esta propuesta sería principalmente a través de la compra y rehabilitación de viviendas que, como en el caso de varias de detrás de la iglesia de Sant Francesc, datadas por Marí Cardona en 1797, «se encuentran amenazadas por un vial que pasará sobre ellas arrasándolas», explicó Colomar. Los actos organizados por la OCB comienzan hoy a las 16.30 en sa Tanca Vella y contarán con la lectura de un manifiesto y una ballada popular y actuación musical.

En el año 1695 un ibicenco llamado Marc Ferrer recibe de las manos del rey la concesión de una legua cuadrada de territorio formenterense. A este ilustre personaje se le considera como el primero de los modernos ciudadanos. Unos años más tarde el rey concede una nueva concesión de tierras a Ferrer, así como otra parcela al yerno de este (Antoni Blanc). De los descendientes de éstos y los que con ellos contrajeron matrimonio son los antepasados de la mayoría de los formenterenses. A partir de entonces la isla se empieza a poblar a un buen ritmo, y en un relativamente corto espacio de tiempo se alcanza en la isla la cifra de 1000 habitantes, que todavía se ha de incrementar hasta los cerca de 7.000 habitantes que tiene la isla actualmente.