El conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur, presentó ayer a los
medios en el salón de plenos del Consell dos restauraciones
promovidas por su Conselleria: la escultura de Santo Tomás de la
Iglesia de Sant Josep, que figuraba entre los elementos salvados
por los vecinos del pueblo de la quema que sufrió la iglesia
durante la Guerra Civil, y la carraca del campanario de la Catedral
de Eivissa. El coste del primer trabajo, realizado por José María
Velasco, ha sido de 4.640 euros, mientras que el importe del
segundo, a cargo de José Marí Roble, ha sido de 1.972 euros. En el
acto de presentación estuvo presente el delegado del patrimonio
eclesiástico, Francesc Torres i Peters; el párroco de Sant Josep,
Josep Moyà; la directora del Museu d'Etnografia d'Eivissa, Lina
Sansano; la directora del museo homónimo de Formentera, Cristina
Palau, y el director general de Patrimoni, Toni Arabí.
Esta es la segunda talla restaurada de las cuatro que había en
el retablo del templo; las otras dos estarán listas el próximo
verano, según apuntó Marí Tur. El informe de Velasco, detalla que
la estructura de la escultura, de unos dos metros de altura y
realizada en madera de caducifolia, no se vio muy dañada durante la
quema, salvo la nariz y algunos trozos del manto que fueron
reintegrados; «pero la policromía del rostro y la corla y estufado
que decoraban el manto y la capa se levantaron por el calor, por lo
que para mejorar su estado, se procedió en fecha desconocida a
repintar toda la escultura; en blanco y negro los hábitos y en un
ocre verdoso la cara y las manos», precisa en su escrito el
restaurador.
La escultura representa a un fraile tonsurado con los hábitos de
los frailes dominicos, sin elementos iconográficos. Se trata de la
escultura que aparece en el ángulo superior derecho de la
fotografía del retablo original que conserva el Arxiu d'Imatge y So
del Consell, como evidencia los pliegues de la capa. En ella se ve
que sostiene un gran cáliz en la mano izquierda y una cruz en la
derecha, atributos de Santo Tomás de Aquino, teólogo medieval
(1225-1274), autor de la «Summa Theologica», obra determinante en
la doctrina de la Iglesia católica, por lo que fue nombrado doctor
de esta institución. Su presencia en la iglesia de Sant Josep está
justificada por la relación que esta parroquia tuvo con la orden
benedictina, lo que se nota también en la estética interior del
templo, más recargada de lo que están otras iglesias de la isla;
según explicó el conseller de Patrimoni, natural de Sant Josep y
buen conocedor de la historia de su pueblo.
Joan Marí Tur aprovechó la ocasión para recordar que en 2005 se
celebra el centenario de la construcción de la parroquia de Sant
Antonio, efemérides en la que participará el Consell Insular.
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