'De la fonda a l'hotel', la evolución del turismo pitiuso según Joan-Carles Cirer

Según explica en la introducción Cirer, profesor de Economía en la enseñanza secundaria y de Finanzas en la Escola de Turisme, el objetivo de este trabajo «consiste en analizar el doble paso realizado por la economía de Eivissa y Formentera en los años que van de 1900 a 1960». Es decir, «el abandono de la autosuficiencia alimentaria sustituida por la producción para el mercado»; y una vez obtenido hacia 1955-1957 el máximo nivel de diversificación (sobre todo en comercio, navegación y, más tarde, turismo), «el inicio del camino hacia un monocultivo turístico. En este apartado és legítimo preguntarnos hasta qué punto existían itinerarios alternativos al que finalmente siguieron Eivissa y Formentera», se cuestiona oportunamente el autor.

Con el subtítulo de «La gènesi d'una economia turística», «De la fonda a l'hotel» está encabezada por esta cita de «Los gozos y las sombras», de Torrente Ballester: «Y el dinero es algo más... El dinero es sangre, odio, historia». La obra consta de once capítulos, unas conclusiones finales más un anexo estadístico y una amplia bibliografía de consulta. Los capítulos van de «L'entorno econòmic d'Eivissa i Formentera en acabar el segle XIX» a «Una visió global de la trajectòria econòmica d'Eivissa i Formentera entre el 1900 y el 1960», pasando por temas tan concretos como «Aparició d'un nou model econòmic eivissenc entre l'any 1900 i la Primera Guerra Mundial», «L'explosió turística dels anys trenta a Eivissa i Formentera», «Una societat conscient dels canvis que el turisme porta» o «El renaixement del turisme a Eivissa i Formentera en el anys cinquanta».

Joan-Carles Cirer recuerda a Ernest Lluch para precisar que «las islas Balears constituyen un caso único de éxito económico en el Mediterráneo». Y se pregunta: «¿Por qué consiguen relativamente pronto un apreciable nivel de industrialización? ¿Por qué arraiga el turismo tan pronto y se consolida tan rápido? Si comparamos las islas Balears como el resto de islas francesas, italianas o griegas, las diferencias son realmente grandes». Para dar respuesta a tales preguntas, el autor cree oportuno «conocer la historia económica de cada una de las islas, ya que es una segunda sorpresa comprobar que cada isla ha seguido un camino bien diferente, aunque el resultado final presente similitudes evidentes».