Hace dos días que Mallorca acogió un simposio en el que diversos
especialistas desentrañaron y explicaron desde diferentes frentes
sus teorías sobre el enigmático origen del descubridor Cristóbal
Colón, organizado por la Real Academia de Medicina y el Club Última
Hora. Los ponentes fueron: Mariona Ibars, profesora de historia,
Alfonso Ballesteros, presidente de la Real Academia de Medicina de
Balears, el antropólogo Miguel Botella, José Antonio Lorente,
director del Laboratorio de Investigación Genética y Gabriel Verd,
miembro de la Asociación Cultural Cristóbal Colón.
Y aunque el investigador Nito Verdera no fue invitado como
ponente, sí participó en el debate y dejó bien claro que no estaba
de acuerdo con la tesis mallorquinista sobre sus orígenes y
defendió su tesis sobre el origen ibicenco de Cristóbal Colón.
Basándose en las conclusiones contrarias de Miguel Botella y
José Antonio Lorente, Verdera tira por tierra la tesis del origen
mallorquín de Colón. La tesis de Miguel Botella, que estudió los
huesos que se encuentran en la catedral de Sevilla, vienen a decir
que Colón murió entre los 60 y 70 años de edad. Por otra parte,
José Antonio Lorente, que dice que el conquistador es hijo del
príncipe de Viana y que éste desembarcó en Mallorca el 28 de agosto
de 1459 y embarazó a una tal Margarita y que el hijo habría sido el
futuro Cristóbal Colón. Por tanto, si Colón murió en 1506, «y en
eso no hay ninguna duda», y nació en 1459, el investigador
ibicenco, dice que Colón vivió 46 años lo que está contradiciendo
la tesis de Botella.
Según Nito Verdera, y así lo manifestó en el simposio de
Mallorca, «que se dejen de marear la perdiz porque con esta
diferencia de edad no puede ser un supuesto hijo natural del
príncipe de Viana». Como Nito Verdera cree que tiene muchísimas más
pruebas que los investigadores mallorquines, «voy a ir a hablar con
el Consell Insular para que me apoye económicamente y poder seguir
investigando».
Nito Verdera, investigador ibicenco, expone que él tiene varias
pruebas que defienden el origen ibicenco de Colón. Quiere seguir
profundizando en las pruebas de la toponimia:Colón utilizó muchos
topónimos exclusivos de Eivissa y Formentera que demuestran que era
natural o por lo menos le tenía mucho cariño y una relación
extraordinaria. Otra prueba se basa en su estudio lingüístico
publicado bajo el título «Cristóbal Colón catalano parlante», que
demuestra que el conquistador era catalano parlante pero además,
con algún vocablo del dialecto catalán propio de Eivissa. Y la
última, que Colón era miembro de una familia muy poderosa de
mercaderes de Eivissa de principios del siglo XV. Todo ello «lo
tengo documentado en cartas reales y en archivos de la catedral »,
matiza Verdera. El nombre de alguno de esos miembros son Pere,
Jaume y Guillem Colón. En definitiva, «por eliminación, gana la
teoría de Eivissa. Con todos los datos que tengo, gano por goleada.
Ahora, necesito un respaldo institucional».
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