Fotomontaje del proyecto de ejecución del MAC.

T.C. ROGGEN

El Museu d'Art Contemporani ya ha comenzado el proceso para ampliar su espacio. La directora del museo, Elena Ruiz Sastre describe la experiencia como un «sueño y una necesidad». El lugar privilegiado en el que se encuentra, junto a la muralla en Dalt Vila que era el viejo caserón del siglo XVIII, tiene también sus limitaciones. «En ese espacio damos cabida a una programación que por un lado intenta sacar el fondo de la colección», que contiene una gran variedad de obras representativas de la vanguardia histórica: Broner, Bechtold, Micus, Calbet, Toni Cardona, Tur Costa, etc. y una colección de grabados seleccionados de la bienal Ibizagrafic que se celebra desde el año 1964.

A la vez, el museo, que abre sus puertas todo el año, programa una gran variedad de exposiciones itinerantes, la muestra de grabados de Picasso titulada «Caja de remordimientos», que estará abierta al público hasta el 29 de septiembre, es ya la sexta exposición del MAC este año, sin incluir las cinco muestras del museo de l'Hospitalet.

«Para desmontar una exposición y montar otra hacemos un ejercicio de sincronización extrema, ahora mismo tenemos que bloquear la calle para el transporte y cerramos el museo tres o cuatro días», dice Ruiz Sastre. Con la ampliación, la sala de tránsito estaría integrada al museo, podría mantenerse abierto y además agregar un archivo de documentación para la investigación, actividades paralelas: conferencias, cursos y talleres didácticos, oficinas de administración, tienda etc.

«Crecimos en espacio de exposición con la iglesia de l'Hospitalet, ahora necesitamos almacenaje, archivo, salas de restauración, oficinas de administración», confirma la directora. La habilitación de espacios empleados para la formación e intercambio, un auditorio, biblioteca, mediateca etc. estimularía el crecimiento de un programa cultural de contenido contemporáneo más completo, el museo se convertiría en un verdadero agente cultural con actividades formativas al servicio de otras instituciones, colegios, etc.

Respetando el recinto del patrimonio histórico el crecimiento emplearía el espacio posterior del museo, los jardines colindantes por su lado noroeste con forma de talud. De propiedad municipal la superficie es de 430 metros aproximados. «Con el proyecto bajamos dos plantas, una semisótano y otra sótano. La extensión no destacaría por encima del parapeto y con ello cubriríamos todas las necesidades». Como su título indica un museo de arte contemporáneo ha de moverse con los tiempos, «si el público lo demanda estamos dispuestos a extender el horario estival a horario nocturno», afirma Ruiz.

La directora entregó la memoria al arquitecto Victor Beltrán, que ya ha presentado su proyecto de consolidación básico aprobado por la comisión del Plan Especial de Reforme Interior de Dalt Vila PEPRI y por el Patrimonio Histórico artístico.