A los seis años, Rubén Herrera empezó a estudiar piano y a los 8 violín. Ahora tiene 17 y está convencido de que quiere dedicarse profesionalmente al arte de la música. De momento, está dando pasos firmes y vocacionales en tal dirección. Los interesados pueden comprobarlo a las 21,00 horas del próximo sábado 28 en la iglesia del Puig de Missa de Santa Eulària, en un concierto que ofrecerá junto a la reconocida violinista eslovaca Jela Spitková. «Ya hice una cosita con ella el año pasado en la iglesia de San Telmo, un bis. Este año me ha dicho que me veía mucho mejor y cree que estoy preparado para asumir esta responsabilidad», explicó ayer a este periódico.

Hijo de artistas (los pintores Orlando Herrera y Amanda Echevarría), su formación musical ha sido variopinta hasta ahora: «Estudié sobre todo en el Patronat Municipal con varios profesores; entre otros, Raymond Andres, que me ayudó mucho, fue un gran soporte. También aprendí un tiempo piano con Pedro Echarte. A los 14 años fui a Barcelona a sacar el Grado Medio de piano y violín en la Escuela del Liceo al tiempo que hacía cuarto de ESO. Fue un año bastante movidito, desde luego», precisó.

En el paso al Grado Superior, del que le quedan dos años, Herrera tuvo que elegir entre sus dos instrumentos, y se quedó con el violín, gracias al buen hacer de sus profesores (José María Alpiste y Evelio Tiele). Al tiempo también terminó el Bachillerato, «y a partir de ahora me voy a concentrar en la música, que es lo que quiero hacer profesionalmente», apuntó. Un futuro que pasará seguramente por Amsterdan, donde tiene familia, para estudiar el Posgrado. «Ya he hecho algún campamento de música de cámara, y tienen un gran nivel, como el que antes había en Rusia o Estados Unidos».

Además, Rubén Herrera también quiere abrir su interés hacia la composición y la dirección de orquesta. De la primera, la tendrá este curso como asignatura optativa, y de la dirección ya ha hecho un curso en la Escuela del Liceo. «Me gusta tocar todos los campos que pueda; especializarme mucho en un instrumento, ahora el violín, pero conocer todo, para así poder trabajar en música de cámara, orquesta, composición y enseñanza», concluyó.