EFE|BARCELONA

El escritor y filólogo valenciano Joan Francesc Mira obtuvo el lunes el Premi d'Honor de las Lletres Catalanes, una distinción que concede cada año la asociación Omnium Cultural a la trayectoria de un autor que se haya distinguido en la promoción de la cultura y la lengua catalanas y que está dotado con 10.000 euros. Tras hacerse público el fallo del jurado, Mira comentó que «éste es uno de aquellos galardones que te llegan con el paso del tiempo, con muchos años de trabajo, de esfuerzo, de fidelidad con unas ideas de libertad, de responsabilidad ante el propio país y la propia sociedad».

Mira subrayó que «como el nombre del galardón indica, se trata de un premio de las letras, dedicado a las personas que se dedican al ingrato oficio de escribir» y ha añadido que «quiero pensar que el premio es también el reconocimiento a un cierto grado de exigencia». El autor de «Purgatori» recordó que «hay premios que tienen un valor simbólico, otros que sirven para apoyar la difusión de un libro concreto, pero el premio real es cuando recibes personalmente la respuesta del lector».

En la relación de distinguidos con el Premio de Honor de las Letras Catalanas figuran escritores como Joan Oliver, Salvador Espriu, J. V. Foix, Manuel de Pedrolo, Mercé Rodoreda, Joan Coromines, Pere Calders, Vicent Andrés Estellés y Marià Villangómez, entre otros.

En la actualidad, Mira trabaja en la biografía de Vicente Blasco Ibáñez, «un personaje a pesar de todo poco conocido», y en la traducción de los Evangelios de los textos griegos, «no como doctrina, sino como literatura», una ambiciosa empresa que ha justificado por ser «uno de los clásicos de la literatura europea». Mira está preparando además la que será su próxima novela: «estoy todavía en la fase de pensar, que me llevará dos años, más otros dos años que tardaré en escribirla». Se ha mostrado escéptico sobre el auge de novelas como «El club Dante» o «El código Da Vinci», que «no me despiertan el más mínimo interés, pues están llenas de ignorancia presuntuosa» y dan al lector, cómo y poco exigente, la impresión equivoca de creer que están conociendo la realidad histórica.