Víctor Beltrán, Alfred Paya y Carlos Meri (de izquierda a derecha), jurado de los III Premis d'Arquitectura de las Pitiüses.

La sede de la demarcación local del Col·legi d'Arquitectes de Balears (Can Llaneres, Dalt Vila) acogerá a las 20,00 horas del próximo viernes día 28 la entrega de premios de los III Premis d'Arquitectura de Eivissa y Formentera, a los que optan 39 edificios públicos y privados realizados entre 1997 y 2000. El jurado ha visitado in situ el pasado fin de semana una amplia muestra de ellos antes de emitir el fallo definitivo. «Es más fiable ver las obras en su entorno que sólo en la documentación. La visita ha sido gratificante, hemos encontrado donde elegir en cantidad y calidad», informó ayer a este periódico el arquitecto alicantino Alfred Paya, uno de los miembros del jurado, junto Víctor Beltrán (arquitecto del colegio ibicenco) y Carlos Meri (profesor en Valencia).

Paya, autor del proyecto del edificio del futuro Conservatori de Eivissa, precisó sin embargo que «el aspecto más criticable de las obras sería una cierta falta de compromiso con la arquitectura contemporánea, esa que está presente en los edificios de arquitectos como Sert, Broner o Elías Torres. Sería hasta razonable en unas islas que han sido punteras en tantas otras facetas de la vida cultural y social (arte, literatura, música, formas de vida...)». Opinión que secundó Carlos Meri. «Sí, creo que en casi todas las propuestas hay un exceso de tradicionalismo, aunque siempre dentro de un buen nivel arquitectónico. Lo que pasa es que frente a las iniciativas que había antes en Eivissa, algunas tan potentes y novedosas, lo de ahora resulta algo pobre, la verdad», precisó.

Los tres miembros del jurado coincidieron también en valorar «muy positivamente» la existencia de unos premios «que son un estímulos para los arquitectos» y que debería «implicar a toda la sociedad en un debate necesario». «Sería deseable que se abriera un coloquio en el que participasen instituciones, arquitectos, promotores y los distintos sectores implicados», precisó Alfred Paya. «En este sentido hay que destacar la labor del Col·legi d'Arquitectes para trasmitir a la sociedad la necesidad de que sea consciente de la arquitectura que se hace en estas islas, ya que es una parte consustancial de la sociedad».