Convivencia y tolerancia marcan la cita anual de diversidad del Womad

El Festival de las Músicas, las Artes y las Danzas del Mundo WOMAD concluyó ayer su última edición marcada por la presencia de artistas de 24 países, la convivencia y la tolerancia entre las miles de personas que han acudido a Cáceres a esta cita anual con la cultura y la diversidad.

El Festival WOMAD, que desde sus inicios hace trece años ha tratado de transmitir mensajes de igualdad de razas, géneros y religiones y mensajes de solidaridad, un año más ha dado a conocer al mundo la importancia de la multiculturalidad como enriquecimiento de la persona y de la sociedad. Miles de personas han bailado al ritmo de las músicas que suena en distintas partes del globo y han compartido talleres. Más de 8.500 personas llenaron la Plaza Mayor en los conciertos de la noche del jueves y unas 7.500 lo hicieron en el Recinto Hípico con los conciertos de la noche del viernes, en una programación que ha sido sensiblemente «mejorada» con respecto a ediciones anteriores tanto por el número de artistas participantes como por la calidad de los grupos. La mayoría de los artistas participantes han destacado durante la celebración del WOMAD la importancia de poder mostrar sus trabajos y aprender del de los demás. Para otros, el festival constituye una gran oportunidad para expresar a través de sus canciones mensajes de paz y de solidaridad y para denunciar los abusos que se cometen en muchos países en vías de desarrollo por gobernantes sin escrúpulos, como comentó el portavoz del grupo «Daara J», Faada Freddy, de Senegal. En opinión de Freddy, Cáceres se convierte durante los días del festival una ciudad ideal, una ciudad «donde a nadie le importa tu raza, ni te pregunta de dónde eres o cuál es tu religión. Cuando comienzan a sonar las notas de la música toda la gente se hace una». Desde el miércoles hasta ayer las miles de personas que han participado en el festival, el año pasado fueron 80.000, han podido escuchar la música de Son de Secano (Extremadura), Sevara Nazarkhan (Uzbekistan) y la colombiana Petrona, entre otros artistas procedentes de 24 países.