Para su primera exposición en Palma, Carlos Sansegundo presentará unos 25 collages y siete cuadros de grandes dimensiones, la mayoría de producción reciente.

El próximo día 1 de abril la Sala de Arte Chacártegui Cirerol de Palma acogerá la inauguración de una exposición de collages y pinturas de Carlos Sansegundo, que estará abierta al público durante un mes. Será la primera vez que exponga en la capital balear el miembro más joven del reconocido Grupo Ibiza 59, al que pertenecen Erwin Bechtold, Erwin Broner, Hans Laabs (recientemente fallecido en Berlín), Pierre Haubensak, Katja Meirowsky, Robert Munford, Egon Neubauer, Bertil Sjöberg, Bob Thompson, Heinz Trökes y Antonio Ruiz.

Para la ocasión, el artista cántabro presentará «unos 25 collages y siete cuadros grandotes. Es obra reciente; alguno de los cuadros han estado expuestos en el Museo de Arte Moderno de Santander». Sansegundo se refiere a la exposición retrospectiva que dedicó esta entidad a su obra en el otoño de 2002. «Parece que después de sesenta y tantos años de vida empiezo a ser un poco profeta en mi tierra», dijo el pintor y escultor entonces a este periódico.

La técnica que Carlos Sansegundo utiliza para hacer sus collages «es una especie de fusión entre pintura y collage. Pinto con guaches y cosas así y luego hago recortes de papeles de diferentes colores y los pego», explicó. «Yo he hecho collage toda mi vida. De los únicos viejos que presento en Palma hay uno que me compró los derechos la Sony por dos millones de pesetas y luego me devolvió. Bueno, es que les había hecho 65 collages para regalos de Navidad a los directivos de la empresa», precisó el artista.

Desde hace algunos años Carlos Sansegundo ha fijado su residencia en Eivissa, desde donde trabaja en distintos encargos, la mayoría para clientes privados. Aunque también hace trabajos para instituciones. Por ejemplo, la escultura que le ha encargado el Ayuntamiento de Santa Eulària para su futuro Centro Cultural. Será para rendir homenaje a Juan Contreras y López de Ayala, más conocido por su título nobiliario del marqués de Lozoya, que durante muchos años residió en el complejo que rodea el Puig de Missa. Precisamente, fue gracias a su intervención por lo que el conjunto se salvó de la especulación mobiliaria, ya que al ser nombrado en la década de los sesenta director general de Bellas Artes consiguió que fuera declarado «Lugar pintoresco».

Jorge Chacártegui Cirerol, responsable de la galería de Palma en la que Sansegundo mostrará su obra explicó ayer a este periódico que «al Grupo Ibiza 59 lo conocí de refilón. Tengo 54 años y me cogió un poco joven. A lo largo de mi juventud fui bastantes veces a Eivissa y solía subir a la ciudad alta a ver lo que había expuesto, pero personalmente sólo había tratado a Bechtold».

En cuanto a la obra de Sansegundo, Chacártegui apuntó que «sólo conocía cosas aisladas. No se ha prodigado en la regularidad y ha sido un poco difícil seguir su obra. Ha llegado a actividades artísticas muy dispares, aunque al final se ha quedado con la escultura y la pintura». En cualquier caso, reconoció que «lo que he visto de él me ha gustado mucho. Además, es un tipo muy majo y muy norteño, con una obra muy potente. Yo también soy del norte, procedo de Bilbao, y pronto hicimos buenas migas», confesó.

La trayectoria artística de Carlos Sansegundo es amplia y compleja, con momentos de inflexión. Entre otros, el contacto que establece en 1956 con el escultor Henry Moore, que le invita a trabajar en su taller de Inglaterra; o sus muchos años en Nueva York a partir de 1965, donde contacta con los artistas más relevantes de la ciudad. Desde 1990 reside la mayor parte del año en Eivissa.