La curiosidad y el interés por el pasado de estas Islas ha sido
el motor que ha empujado a Matilde Boned Boned a escribir esta
«Història il·lustrada de les Illes Balears», un trabajo del que
hizo en 2001 una aproximación reducida en su «Breve historia de las
Baleares». «Para mí éste tiene una gran diferencia con el otro, que
era una novatada. Me lo planteé ya como un libro, incluyendo más
documentación, añadiendo documentos que son poco conocidos y
bastantes ilustraciones, muchas de ellas en color», explicó ayer a
este periódico esta maestra ibicenca jubilada de su profesión
docente, pero no de la vida activa. «No tengo casi tiempo para leer
de lo ocupada que estoy haciendo cosas; es increíble», añadió.
Respecto al libro anterior, también hay una diferencia
fundamental con la obra que ahora publica: está escrita en catalán.
«Pensé que sería lo más propio. Yo estudié en Cataluña en esta
lengua y me ha gustado siempre mucho leer en catalán», comentó
Boned respecto a una obra cuya edición (como «Breve historia de las
Baleares») ha corrido a su cargo. «Pero vamos, estoy contenta,
porque se está vendiendo bastante bien. En Palma lo tengo en El
Corte Inglés y me dicen que está saliendo muy bien. También me lo
piden de Menorca , y aquí tengo colocados unos 350 ejemplares entre
el Consell y los Ayuntamientos. Así que no me puedo quejar, la
verdad», comentó con satisfacción la autora.
Entre los documentos que incluye el libro, Matilde Boned señala
las octavillas que recogió ella misma al inició de la Guerra Civil
en las que el bando republicano animaba a los soldados de la
guarnición ibicenca a rebelarse contra los nacionales que se
levantaron contra el gobierno democrático. «Estaba leyendo en la
Biblioteca de la Caja de Pensiones, oímos el ruido de los aviones,
salimos a ver que pasaba y vimos que caían esas hojitas blancas. Yo
recogí del suelo algunas que guardó mi padre. Gracias a esto las he
podido incluir en la Enciclopèdia, junto con otros documentos que
tenía», relató con cierta discreción, como si estuviera contando
una travesura infantil.
Pero Matilde Boned no gusta sólo de investigar en el pasado,
también es una mujer de su tiempo que tiene una gran curiosidad por
las nuevas tecnologías, sobre todo las que le pueden facilitar su
trabajo. «Yo le estoy muy agradecida al ordenador; gracias a él he
podido escribir este libro en condiciones, porque con máquina era
una cosa mucho más pesada». «Cuando me di cuenta de que era tan
milagroso que cuando te equivocabas o querías cambiar una cosa sólo
tenías que apretar una tecla y se borraba sin que quedase marca,
pensé ésto es lo mío», apuntó con un claro entusiasmo.
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