El tiempo no acompañó ayer a la inauguración de la restauración del conjunto de las cinco campanas históricas de la Catedral de Eivissa. Fuertes ráfagas de viento y una lluvia intermitente fueron el telón de fondo a los repiques y volteos de demostración, que fueron seguidos con atención, curiosidad e interés por el escaso público que subió a contemplar la ceremonia.

Los parlamentos oficiales del acto tuvieron lugar en una de las salas del futuro Museo Diocesano, del que aún no se han concretado la fecha de inauguración. En su intervención, el conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur, afirmó «sentirse emocionado como profesor» de poder disfrutar de nuevo del sonido de las históricas campanas. Recordó que el proyecto fue «empezado por el anterior equipo de gobierno del Consell, pero nosotros lo hemos acabado y mejorado». Además, prometió, «si es posible, que para las fiestas de Santa María tendremos las vidrieras restauradas».

Por su parte, el obispo de Eivissa, Agustín Cortés agradeció «a los dos equipos de gobierno del Consell» su esfuerzo y compromiso con el proyecto; recordó que las campanas «tienen un sonido de llamada y de canción», y se felicitó de incorporar sonidos «tan hermosos y antiguos a la disparidad de sonidos modernos».

El acto lo cerró el presidente del Consell, Pere Palau, quien mostró su satisfacción por ver acabado el proyecto, sin olvidar mencionar también que el proyecto fue iniciado por el anterior equipo de gobierno de la institución que ha corrido con los gastos, que al final han sido de 48.201 euros.

Bien satisfecho se mostró también Javier Calero, de la empresa valenciana responsable de la restauración. «El cambio ha sido impresionante; y ha sido un orgullo trabajar con un conjunto tan antiguo, pues tiene un valor histórico tremendo». Informó de que lo que había sonado en la demostración era «un volteo general para las fiestas mayores y un repique de misa de primera clase distinguida, conforme está documentado en la consueta de 1784». Además, Calero explicó que el programa del conjunto tenía registrados unos 50 sonidos para distintas funciones. «Sólo para toques de difuntos hay ocho distintos, según sea de hombre, mujer, abad, obispo...», precisó.

Al acto también asistieron la ex presidenta del Consell, Pilar Costa, y la ex consellera de Cultura, Fanny Tur, quien primero atendió la petición del delegado del patrimonio eclesiástico para restaurar estas campanas históricas. «Es una gran satisfacción, aunque lo hayan inaugurado otros; eso es lo de menos», afirmó con alegría, compartida por los asistentes, muchos de ellos vecinos de la zona.