El Molí d'en Simó es un molino mallorquín de harina del siglo XIX.

El Ayuntamiento de Sant Antoni firmó ayer con el Consell Insular un convenio de colaboración para la gestión del espacio cultural del Molí d'en Simó por un periodo de cuatro años renovables. Se trata de un antiguo molino de harina del siglo XIX, el único molino mallorquín que existe en la isla, declarado Bien Catalogado (BC) en la pasada legislatura. «El Ayuntamiento se compromete a conservarlo y custodiarlo, guardando el valor histórico patrimonial que tiene, así como a correr con los gastos de personal y de mantenimiento», explicó ayer a este periódico Miquel Costa, concejal de Cultura del municipio y director general de Cultura del Consell, institución que «también podrá hacer uso del centro cuando lo necesite para actos o eventos culturales, informando previamente al Ayuntamiento para ponerse de acuerdo en las agendas respectivas», añadió Costa.

El espacio cultural del Molí d'en Simó tiene dos zonas diferenciadas: «La del molino propiamente dicho y la estructura que lo soporta, con un entramado de arcos y columnas (la zona BC); y al lado( junto pero separado tanto en obra como en diseño y estructura), hay dos salas, una abajo y otra arriba que se pueden utilizar como un aula, oficina o lugar de atención o información al público», explicó el concejal. Sería la zona BC la que acogerá exposiciones «y dónde se podría hacer cualquier actividad de carácter cultural o social».

En cuanto al inicio de las actividades, la intención del Ayuntamiento es que sea «para antes de Semana Santa. Es que el proyecto no estaba terminado; no tenía ni contratada la luz ni el agua. Aprovechando que se tenía que hacer un pequeño cambio en el tema eléctrico, se ha puesto un sistema de climatización que tampoco tenía», informó Costa.

Por su parte, la ex consellera de Cultura, Fanny Tur, dijo ayer a este periódico que le parecía «lamentable que el Molí d'en Simó haya estado ocho meses sin que se haya hecho absolutamente nada allí con la excusa de que había que acabar unos detallitos, cuando las obras se terminaron en junio, según fue firmado por el propio arquitecto director de la obra. Y con la excusa de poner aire acondicionado, que aún no está instalado», aseguró.