Max Vandervorst en su actuación de ayer hace sonar unas macetas como si fueran unas campanas. Foto: KIKE TABERNER

R.U.

El auditorio de Can Ventosa registró ayer una buena entrada para acoger al peculiar músico belga Max Vandervorst y su espectáculo Sinfonía de los objetos abandonados, que forma parte del ciclo de Concert Familiars que organiza la Caixa. Vandervorst, calificado por el mismo como «luthier salvaje» es una especie de buhonero musical que recicla despojos y objetos perdidos para convertirlos en originales instrumentos. Así, latas, regaderas, macetas o escobas pierden su identidad propia para formar parte de su peculiar orquesta y dar vida a una música inédita y sorprendente.

Los niños y mayores que acudieron ayer a la sala de Can Ventosa se lo pasaron en grande viendo como con los objetos que se encuentran normalmente en casa se puede hacer una música tan divertida y original.