Lidia Pugliese, viuda del célebre compositor, pianista y director de orquesta, en Eivissa. Foto: SUSANA DEBELIUS

Ir por el mundo recordando y defendiendo la obra de una persona a la que se ha querido mucho, tiene sus riesgos. Por lo menos, uno seguro: el que la emoción se desborde y te ponga al borde de las lágrimas. Así pasó durante la entrevista que Lidia Pugliese concedió a Ultima Hora Ibiza y Formentera. Al evocar la figura de su prestigioso esposo, Osvaldo Pugliese (compositor, pianista y director de su orquesta), no pudo -ni quiso- contener unas cuantas lágrimas. Y con el mejor conocimiento de causa, como una alumna aplicada que dijera una canción largamente aprendida y asimilada, cuenta para quien quiera oírla las virtudes y el perfil artístico y humano de su compañero añorado. «Mi esposo fue un gran músico; pero sobre todas las cosas, un gran hombre. Es uno de los fundamentales del tango argentino y tuvo la posibilidad de ser fundamental en el mundo», resumió.

Esta es la primera vez que Lidia Pugliese viene a Eivissa, y el pretexto ha sido visitar a unos queridos amigos a los que hacía tiempo que no veía, Santiago Àngel Robado, popularmente conocido como Chacha, y su esposa Negrita. La veterana pareja deleitó hace poco bailando tangos con la música del maestro Pugliese a los asistentes a una fiesta intercultural celebrada en Sant Antoni. «Desde el fallecimiento de mi esposo estoy abocada al cuidado de su obra, tal como lo hacía en vida de él. Sólo viajo cuando me invitan para homenajes y cosas por el estilo», explicó. «Estuve en Australia, en la inauguración de un busto suyo; ahora vengo de Rotterdam, donde fue director de la cátedra del Conservatorio y le aprecian mucho. Le han hecho un homenaje de dos días. Por eso aproveché la ocasión para visitar a estos amigos a los que no veía desde hace tres años», añadió.

Hasta trazó su perfil político. «Se formó ideológicamente a través de la Guerra Civil española. Desde entonces fue un militante comunista respetado; creador del primer sindicato de músicos de Argentina. Fue un luchador de los movimientos por la paz en todo el mundo. Ésa fue realmente su militancia. Estuvo muchas veces detenido, pero fue muy respetado por el pueblo; por eso tiene hoy ese reconocimiento en Argentina y en todo el mundo».

Osvaldo Pugliese realizó giras por todo el mundo, y actuó con su orquesta en muchos puntos de España. «Una vez, en el Albéniz de Madrid, con Joan Manuel Serrat. Desde entonces nos ligó un gran sentimiento con él. Hasta vino a verle poco antes de morir, cuando tenía 89 años. Había estado al frente de su orquesta desde 1939 hasta 1989; un mes antes de morir aún trabajó con la orquesta», sigue recordando su viuda. O un curioso encuentro, que le emociona recordar: «Cuando Maragall era alcalde de Barcelona vino a contratarlo a Argentina».

Y la relación del maestro con el prestigioso Astor Piazzolla: «Cuando la orquesta cumplió 50 años, Astor fue el artista invitado. Actuaron en Holanda y dijo en televisión: 'yo no soy innovador, provengo de este señor y de su Negracha'. Un tango que está considerado por los músicos como una bisagra entre lo anterior y el modernismo». «Astor respetaba mucho su estilo, porque decía que Osvaldo había puesto un sello al tango. Cada vez que presentaba un conjunto, Astor le llamaba para ver si le parecía bien».

El primer éxito de Osvaldo Pugliese, «Recuerdos», lo escribió a los 18 años. Desde entonces, la nómina de sus composiciones es pródiga y de calidad, aunque no se conozca demasiado por estos pagos. «Lamentablemente su música no se distribuye muy bien en España. Las discográficas son el gran impedimento que tenemos en Argentina», reconoció Lidia.

Osvaldo Pugliese tuvo muchos premios, y algunos de campanillas, como el del emperador de Japón, el de Comendador de las Artes y las Letras de Francia, o el Alejo Carpentier de Cuba. Además, «es ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires y premio de todos los eventos culturales que han habido en el país. Así que casa es un petit museo de todos sus trofeos», afirmó su viuda con cierto orgullo; el mismo que le hace sentirse optimista hacia el futuro del tango: «Está reflotando con muchos jóvenes valores que salen del conservatorio y forman orquestas al estilo de la de mi esposo», concluyó.