El arte contemporáneo ocupa, cada vez más, un lugar destacado en
la sociedad actual. La necesidad de contemplar las últimas
tendencias lleva a las ciudades a construir espacios para que las
personas que viven en ellas puedan ver qué triunfa hoy en el mundo
del arte y qué camino se ha seguido durante el siglo XX. De ahí la
proliferación de museos, centros o espacios dedicados al arte
contemporáneo. Una comparativa permite observar cómo ha ido
aumentando el precio de la construcción de estos nuevos centros,
llegando a pagarse hasta casi 8.000 euros por metro cuadrado, como
ha sucedido con el Museo Picasso de Málaga. Es Baluard, sin
embargo, es uno de los más económicos a nivel nacional, con sólo
2.222 euros el metro cuadrado.
El IVAM de Valencia fue uno de los primeros. Nació en 1989 y se
ubicó en un edificio de nueva planta de 17.000 metros cuadrados, en
pleno barrio del Carmen, que costó más de 15 millones de euros. De
esta manera, cada metro cuadrado se valoró en 885 euros de la
época. El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA),
inaugurado en 1995, con casi los mismos metros cuadrados, 16.528,
costó más de 22 millones de euros y por cada metro cuadrado se
pagaron 1.338 euros. También se ubicó en un edificio de nueva
planta, construido por el arquitecto Richard Meier y situado en el
barrio del Raval.
Con el paso de los años, los espacios dedicados al arte
contemporáneo se han revalorizado y, por lo tanto, encarecido.
Encontrar un solar en el que pueda construirse o encontrar un
edificio capaz de albergar un centro de estas características no es
fácil. El Museo Oteiza, inaugurado el año pasado en la localidad
navarra de Alzuza, incluye la casa del escultor vasco, por lo que
el precio disminuye ya que se aprovecha un espacio en buenas
condiciones que ya existe. El museo es obra del arquitecto
Francisco Javier Sáenz de Oiza, quien proyectó un gran cubo de
hormigón rojizo que acoge la colección del escultor e integra la
vivienda ocupada por Oteiza durante dos décadas. La idea partió de
Oteiza y de Sáenz de Oiza, íntimos amigos y colaboradores. En
total, son 5.700 metros cuadrados, que costaron 9,8 millones de
euros, por lo que cada metro cuadrado se pagó a 1.720 euros.
Mucho más caro fue el Guggenheim de Bilbao. Es el de mayores
dimensiones, unos 24.000 metros cuadrados, y de los más caros, con
una inversión de más de 120 millones de euros. Por cada metro
cuadrado se pagaron 5.020 euros. Sólo construir el edificio, ideado
por el arquitecto Frank Gehry, supuso 60 millones de euros. Nada
comparable al Museo Picasso de Málaga, inaugurado en 2003 tras
muchos años de negociaciones, que costó 66 millones de euros. Sus
8.300 metros de superficie hacen que el metro cuadrado se valore en
7.951 euros. El Museu d'Art Modern i Contemporani de Palma, Es
Baluard, cuenta con una superficie de 5.400 metros cuadrados. En
total, ha supuesto un coste de 12 millones de euros, es decir, por
cada metro cuadrado se han pagado 2.222 euros. De esta manera, Es
Baluard es, junto al Museo Oteiza, uno de los más económicos a
nivel estatal de los últimos años.
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