La Sala de Cultura de «Sa Nostra» acogió ayer la inauguración de
una exposición de fotografías de Humberto Rivas, que permanecerá
abierta al público hasta el próximo 25 de febrero. «Conocía la isla
de hace mucho tiempo; tenía por aquí algún familiar, pero no he
hecho fotos aquí, aunque sí en las otras islas», explicó ayer a
Ultima Hora Ibiza y Formentera este reconocido
fotógrafo de origen argentino residente en Barcelona desde hace 26
años. «Cuando voy a un sitio por otras razones distintas del
trabajo, como ahora para la inauguración de la exposición, nunca
llevo la cámara. Así que tendría que venir con el pensamiento de
hacer algo concreto; como podría ser el caso de la muralla, que me
ha impactado mucho», añadió convencido.
Y es que Humberto Rivas sigue una serie de principios a la hora
de enfrentarse a su trabajo, decididamente vocacional: «Lo digo a
menudo: todo aquel que se acerca a cualquier disciplina artística,
lo primero que tiene que hacer es aceptar y trabajar en su impulso.
Desde luego que es muy importante pensar lo que se va a hacer, cómo
lo querra uno, la iluminación y demás, pero todo eso viene después.
Si hago una foto es porque me gusta hacer esa foto; luego puedo, y
debo, pensar todo lo demás», precisó.
Primero, pues, impulso, tirón de la imagen que le atrapa y luego
la cocina, distinta según el género de fotografía que tenga entre
manos, sobre todo el retrato y los paisajes, sus dos especialidades
más reconocidas y celebradas. «Si me gusta un paisaje, por ejemplo,
decido a qué hora quiero hacer la foto; porque el sol no lo puedo
mover, pero sé cómo se mueve, de dónde viene la luz, y elijo el
momento para que la luz sea concordante con lo que a mi me gusta».
El resultado son instantáneas que no dejan indiferente, que incluso
llegan a ser en muchos casos inquietantes, por su atmósfera y su
singularidad. «Lo que más me interesa es que el paisaje exprese
algo que de alguna manera conmueva al espectador; porque si es para
mirar y decir 'ay, qué lindo' y nada más, entonces no me interesa»,
apuntó.
Actualmente, Humberto Rivas se siente muy motivado por un
proyecto en el que lleva trabajando ya un tiempo. «Es un trabajo
que me entusiasma mucho y del que ya tengo 88 fotos, cuando llegue
a las 100 ya intentaré exponerlo. Se llama 'Huellas', las que han
quedado de la Guerra Civil. Son retratos de gentes han estado en la
contienda, aunque no hayan peleado, y las huellas que la guerra
dejó en el paisaje. Es muy fuerte la cantidad de cosas que quedan
aún en España de la Guerra Civil. Por ejemplo, en Belchite, en
donde la primera vez que fui encontré dos coches de la época bajo
los escombros», precisó.
Un proyecto importante y con cierta intención de compromiso
social. «Creo que lo peor que ha pasado después de esa guerra fue
el intento de olvido, como si no hubiera sucedido nunca. Y se
perdieron muchas cosas, porque una guerra civil es una cosa muy
cruel que no se debe olvidar, aunque sólo fuera para que no seamos
tan tontos que se nos ocurra repetirla de nuevo», ironizó
seriamente.
Humberto Rivas (Buenos Aires, 1937) ejerce desde 1976 como
profesor de fotografía, primero en su Argentina natal y más tarde
en Barcelona. Tiene en su haber numerosas exposiciones individuales
y colectivas, y fotografías suyas figuran en las colecciones de
destacados museos e instituciones, como la Biblioteca Nacional de
París, el Museo Nacional de Arte de Catalunya, el Museo de Arte
Moderno de Buenos Arte Moderno de Buenos Aires o The Museum of
Contemporary Photography of Chicago. Entre los reconocimientos que
ha recibido por su trabajo destacan el Premi d'Arts Plàstiques
Ciutat de Barcelona (1997) y el Premio Nacional de Fotografía de
1998.
La exposición que ahora llega a Eivissa ha sido comisariada por
Maria José Corominas y la forman paisajes sin figuras humanas y con
una atmósfera que produce cierto desasosiego.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.