El auditorio de Cas Serres acogerá a las 21,30 horas de mañana viernes el estreno del montaje de «Tío Vania», de Anton Chejov, por el Grup Amateur de Teatre (GAT), dirigido por Merche Chapí. La obra está programada también para la misma hora del sábado 6, domingo 7 y lunes 8. La fundadora del GAT es autora asimismo de la versión de una obra por la que siempre ha tenido una debilidad particular, aunque hasta ahora no se haya atrevido a montarla. «Hace tiempo que tenía la intención de montarla, pero es un clásico que me parecía imposible, porque es la obra más difícil del mundo», apuntó, categórica y segura, Chapí.

Dificultades que, a su juicio, recaen sobre todo «porque todo en ella es tan interior que no se ve. Es un material muy delicado, sutil y frágil que se puede romper con nada». Aparte de tales consideraciones, había otra limitación que condicionaba el meterle mano al texto: «Necesitaba un hombre de unos 70 años y con una imagen estupenda, lo que al fin he conseguido gracias a mi ex marido Carlos Machancoses», precisó Chapí. Y no sólo echó flores al principal protagonista de «Tío Vania»: «Todos los actores están como dioses de bien. Tengo un enorme agradecimiento sentimental hacia ellos». Sus nombres: María Asquini, Lina Rosselló, Marga Posada, Juanjo Roig, Enrique Sánchez y Neus Guillem.

El argumento de «Tío Vania» tiene un planteamiento similar al de otros grandes dramas de Chejov: «Hay una gente que está en el campo o en la pequeña ciudad y de repente llega alguien importante que causa una convulsión entre la familia. El visitante en este caso es el cuñado de Tío Vania», explicó Chapí. Un marco argumental que le sirve de pretexto para mostrar «la parte ridícula del ser humano». «Es lo que decía siempre; según él, el ser humano es algo muy vulnerable, muy tonto y a la vez muy grandioso. Para Chejov, el dolor más grande puede llegar a ser hasta cómico; nos trata como lo que somos, pobres gentes llenas de miseria y de grandeza; y claro, es muy complicado dar con el punto exacto para montarla como el texto pide y exige», reconoció.