Los operarios extraían ayer trozos de cerámica del interior de la cavidad hallada. Fotos: VICENÇ FENOLLOSA

El Consell Insular ordenó ayer ampliar las catas de la Avenida de España a raíz de la aparición de una cavidad subterránea junto a una estructura de piedra supuestamente de origen púnico, cuya finalidad, no obstante, aún está por determinar.

Concretamente, el conseller insular de Patrimonio, Joan Marí Tur, remitió ayer mismo una carta al Ayuntamiento de Eivissa y al Consorcio Eivissa Patrimonio de la Humanidad para informarles de la necesidad de ampliar la zanja abierta entre los números 29 y 31 de la vía (a 100 metros de la sede del Consell aproximadamente) para estudiar más a fondo este último hallazgo.

Al parecer, según explicó a este periódico la arqueóloga Rosa Gurrea, la cavidad hallada podía servir como depósito o cisterna. Los operarios extrajeron ayer de su interior un montón de trozos de cerámica, que, según la arqueóloga, servirán para datar la fecha en que la cavidad hallada dejó de utilizarse.

Gurrea destacó que la fecha de origen de la estructura es difícil de determinar. «Se trata de piedra seca con tierra, por lo que es difícil de datar. El análisis de la cerámica servirá para hacer una aproximación de la época concreta», indicó la arqueóloga.

La ampliación de esta zanja puede retrasar aún más el inicio de las obras de reforma de este tramo de la calle. Desde el pasado mes de octubre se está explorando el subsuelo de la avenida en busca de restos arqueológicos dado su proximidad a la Necrópolis de Puig d'es Molins. La primera cata, realizada a principios de octubre, dejó al descubierto tres esqueletos enteros, huesos aislados, trozos de cerámica y la parte de un muro, todo ello en la desembocadura de la avenida con Vara de Rey.