Las costumbres y tradiciones de Eivissa y Formentera son el centro de gravedad del Curs de Cultura Popular.

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«Como en las otras ediciones, no se centra en un tema monográfico, sino que es un curso abierto a diversos aspectos de la cultura popular de estas islas». Con estas palabras, el coordinador y presentador de los ponentes de los Curs de Cultura Popular de les Illes Pitiüses, Joan-Albert Ribas, explicó ayer a este periódico los criterios usados para elaborar el programa de la quinta edición, que se desarrollará desde el próximo día 29 al 2 de octubre en la sede local de la UIB, a partir de las 20,00 horas.

Organizado por la Fundació «Sa Nostra» y con la colaboración de la universidad balear, el programa incluye cuatro conferencias: «Curiositats entorn del noms de lloc de les Pitiüses», por Enric Ribes, autor de varios trabajos sobre el tema; «Costums i dret foral eivissenc», por Lina Sansano, directora del Museu Etnogràfic; «Les altres rondalles eivissenques», por Marià Torres, autor de los libros «Antropología d'Eivissa i Formentera (vol. I i II)», y «Descripció de la joieria popular eivissenca, por Maria Lena Mateu Prats, autora del libro «La joyería ibicenca» y otros trabajos sobre antropologia pitiusa.

Aunque todas las ponencias tienen su interés, Ribas destacó la de Lina Sansano, «porque hace referencia a unas costumbres muy peculiares de la isla relacionadas con la herencia; como la figura dehereu, o cómo se hacen los repartos de las herencias referentes al tema de las torres, y otras tradiciones de la payesía que se han perpetuado hasta nuestros días», precisó. Asimismo, remarcó la intervención de Marià Torres sobre «rondalles que no han sido publicadas hasta ahora en ninguna antología. Está haciendo una labor de campo muy interesante para un trabajo posterior de más envergadura, pero nos dará un pequeño adelanto en el curso de cultura popular».

Como apoyo de las charlas, «habrá un acompañamiento de transparencias, presentaciones en power point o diapositivas, para que los temas a tratar entren por los ojos; porque, por ejemplo, es difícil explicar una emprendada si no la ves», concluyó Ribas.