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EFE-SAN SEBASTIÀN
«Noviembre», segunda trabajo como director de Achero Mañas fue recibida ayer con división de opiniones en la Sección Oficial del festival de San Sebastián, donde compitió con el último filme del pope del cine francés Jacques Rivette, «Historia de Marie et Julien».

Dicha película supone el regreso a la dirección de Achero Mañas tras «El Bola» con la que consiguió cuatro Goyas y se convirtió en el fenómeno cinematográfico del cine español en 2000. Pero ya antes de rodar su ópera prima, Achero tenía en mente llevar al cine lo que fue el teatro callejero, comprometido e idealista que tuvo su momento en la España de los años sesenta y setenta.

Protagonizada por Oscar Jaenada e Ingrid Rubio, «Noviembre» nace gracias al ímpetu de un joven que busca un teatro callejero, gratuito y provocador, a través de acciones teatrales improvisadas a pie de calle. Con el tiempo, las acciones ganan en provocación y compromiso, pero también, comienzan a surgir grietas dentro de la compañía, ya que unos quieren seguir por ese camino y otros buscan ya un teatro más comercial.

De esta forma, Achero Mañas habla en «Noviembre» de la necesidad de compromiso, del arte entendido, como decía Celaya, como «un arma cargada de futuro».

La segunda película que compitió ayer en la Sección Oficial fue «La historia de Marie y Julien», de Jacques Rivette, que también fue recibida con división de opiniones, aplausos entre aquellos amantes de esta vieja gloria del cine francés y silencio entre los detractores de una obra excesivamente lenta y alargada que el director tenía la intención de rodar desde hacía 30 años.