La directora del museo cubano (en el centro) fue quien presentó en 2001 a Albert Ribas al comandante Fidel Castro.

El pasado mes de julio tuvo lugar en La Habana la ceremonia de entrega de los diplomas que el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba otorgó a varias personas y entidades, tanto nacionales como internacionales. De los siete que dieron en este ámbito, uno fue para Albert Ribas, quien no pudo asistir a recogerlo por coincidir con la inauguración en Salamanca de la exposición «Tres siglos de oro de la pintura napolitana», organizada por el gestor cultural ibicenco. Albert Ribas explicó ayer a Ultima Hora Ibiza y Formentera que para él era «todo un orgullo» dicho reconocimiento; como lo fue el que en julio de 2001 la directora del museo, Moraima Clavijo Colom le presentase a Fidel Castro, «el personaje que más ilusión me ha hecho conocer en mi vida». Las colaboraciones de quien fuera el director del Centre de Cultura de «Sa Nostra» en Palma con la entidad cubana vienen ya de lejos, y ha consistido especialmente en el montaje de exposiciones, «y, en colaboración con 'Sa Nostra', les ayude a hacer el catálogo general del Museo de Arte Cubano, uno de los espacios del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba; el otro está dedicado a colecciones extranjeras», precisó.

La actitud de Albert Ribas hacia Fidel Castro oscila entre el aplauso y la crítica: «Aunque le admire y crea que ha sido uno de los grandes revolucionarios del siglo XX, no quiere decir que comulgue con la política que hace. Creo que la pena de muerte tendría que ser abolida en todo el mundo y que se tendría que dar más libertad a la gente. Pero hay que reconocer que el esfuerzo que se ha hecho en Cuba en campos como la educación, la sanidad y cultura ha sido fabulosos».

Ribas criticó también «la opresión terrorífica que ejercen los yankis sobre Cuba», y afirmó que «Fidel no impide que los cubanos se vayan de la isla; son los otros países los que no quieren que se vayan. Si en Europa les diéramos visados, los cubanos vendrían libremente». Además, «Estados Unidos hizo un pacto por el que les concedía 30.000 visados al año y sólo da 300 o 400. Son cosas que provocan a veces tensiones problemáticas, resueltas con la misma violencia que en EE UU», afirmó.