Si las negociaciones se cumplen en el sentido de su deseo, Enrique
Salamanca realizará próximamente una nueva escultura para algún
espacio público de la ciudad de Eivissa. Así, a la que realizó en
1999 en la rotonda de la carretera de Santa Eulària situada en la
salida de Eivissa, se añadiría una fuente-escultura, similar a
algunas que el reconocido escultor ha realizado en espacios
públicos de varias ciudades de la Península.
Con tal motivo, hace unos días el artista se ha desplazado a
Eivissa. «He vuelto con la intención de ver al alcalde y
presentarle una serie de proyectos de fuentes-esculturas ya
realizados en Madrid y en otros lugares»; algo menor que la que
está realizando en estos momentos en una avenida de Córdoba, de
siete metros de altura y de forma espiral logarítmica, de caracol.
«La de aquí sería para hacerla en una glorieta o en una rotonda, en
la que colaboraría no sólo con la creación, sino también en el
recorrido del agua y en el jardín que circunde la escultura»,
explicó Enrique Salamanca a Ultima Hora Ibiza y Formentera. «Si las
negociaciones van bien, y una vez que tenga ya visto el sitio donde
colocar la escultura, volveré a la isla para hacer el proyecto
definitivo», añadió.
Su anterior trabajo en la isla lleva por nombre «Homenaje a la
diosa Tanit». Fue encargada por el Ayuntamiento de Eivissa cuando
era alcalde Enrique Fajarnés, y financiada por el Govern balear. La
pieza tiene seis metros de alto por cuatro y medio de ancho; consta
de un arco partido y medio cilindro, que representa la noche, más
una estrella, la cual simboliza el sol. El homenaje a la diosa se
deja ver «en las formas femeninas de los cilindros», en palabras
del propio autor de la obra.
Otro motivo de la actual visita de Enrique Salamanca a Eivissa
es de naturaleza sentimental. «Conocí aquí a mi mujer, Lili Marzà,
hace 35 años, y he venido para celebrar nuestro aniversario, una
tradición ya que solemos repetir cada año. Ella es mallorquina y
trabajo en la isla de 1968 a 1970; con Carl van der Voort en la
pequeña galería que tenía en Dalt Vila; también en 1971 en la que
luego puso en la plaza de Vila». «Después nos fuimos a Madrid, pero
volvimos otro año más a Eivissa, aunque ella dejó de trabajar.
Ahora colabora conmigo para preparar exposiciones y los dossier de
las obras sobre mis esculturas públicas», explicó.
Enrique Salamanca volverá a la isla en septiembre por otro
motivo artístico: la inauguración de una exposición que se
presentará en el Museu d'Art Contemporani d'Eivissa tras pasar por
Elche y Alicante. «Va sobre la obra que hicimos varios artistas en
el 70-71 en el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid sobre
arte y computadora. Estábamos Alexanco, Eusebio Sempere, Iturralde
Eduardo Sanz... una serie de artistas que entonces participábamos
en la creación geométrica, cinética y lumínica», precisó.
Enrique Salamanca vivió en Eivissa entre 1962 y 1969, y fue
precisamente en aquella época en la que empezó a trabajar la
geometría en sus creaciones escultóricas.
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