El trío d'3, formado por Jorge Pardo, Francis Pose y José Vázquez 'Roper', en su actuación del miércoles.Fotos: M. TORRES

Con el cuarto de hora habitual de retraso y con algo (poco) menos de calor que el martes, el segundo concierto de la Mostra de Jazz Injuve de Eivissa 2003 convenció a los aficionados más exigentes. Tanto el primer grupo de la noche, los finlandeses MP4 (ganadores del festival de Getxo'02), como d'3 demostraron que la juventud y la veteranía pueden ofrecer buena música cuando les acompaña el talento y la profesionalidad.

MP4 lo forman Mikko Pettinen (trompeta y fliscornio), Tuomo Prättä (piano Rodees), Ville Huolman (contrabajo y bajo eléctrico) y Toni Porthen (batería). Representan el jazz escandinavo y combinaron temas marchosos con dulces baladas más algún que otro tema con sonidos arriesgados. Pero el plato más esperado de la noche fue el que ofreció d'3, formado por Jorge Pardo (saxos y flauta), Francis Pose (contrabajo) y José Vázquez 'Roper' (batería), cuya actuación, de una hora escasa de duración, supo más bien a poco. Cuando el personal estaba más a gusto, hicieron mutis, tras sólo un bis. ¿Demasiado calor? El primer comentario de Pardo fue: «¿No se podría poner más alto el aire acondicionado?». En cualquier caso, los tres veteranos instrumentistas causaron una grata impresión a los aficionados de la isla.

Antes de salir al escenario, Jorge Pardo explicó a este periódico que llevan siete años con el proyecto d'3. «No fue una idea premeditada; por cuestiones de trabajo y coincidencias en concierto empezó a perfilarse la idea de hacer cosas juntos. Preparamos alguna pequeña gira y poco a poco fuimos teniendo un repertorio que vamos ampliando. Es un grupo muy ecléctico en el cual caben muchas cosas».

Y efectivamente, juntos y separados (según los temas o sus partes), d'3 sorprendieron con atrevidas versiones de temas de cine (memorable la labor del contrabajo en una pieza de «Blade Runner») y con hermosas composiciones propias, en la que los arabescos flamencos de Pardo lucieron con especial brillo. «En todas mis interpretaciones me sale la vena; esa especie de soniquete flamenco está presente en todas las cosas que hacemos, aunque no los buscamos deliberadamente», afirmó. La mayoría de los temas propios son de Francis Pose; el resto del repertorio, que ya ha sido recogido en un disco, «lo forman versiones de clásicos tan dispares como pueden ser Nino Rota, Vangelis o Duke Ellington». O cosas de cine, porque además de la citada película también se adentraron en un tema de Walt Disney. Y disfrutando de lo lindo, comunicando con soltura con el atento y respetuoso auditorio.

En cualquier caso, el grupo no impide que cada uno de los tres siga con sus trabajos particulares y colaboraciones varias. «Sí, seguimos con la idea de que d'3 no pierda el espíritu de ser un punto de encuentro, no una estancia permanente». Un encuentro equilibrado, aunque no siempre sea fácil controlar los respectivos egos. «Ya sabes cómo son los músicos... Aunque pretendamos decir que no, siempre hay puntos de vistas diferentes acerca de ciertos puntos; y cuando menos se piensa, surge la polémica, artísticamente hablando. Pero tenemos la suficiente 'madurez' para tomarnos las cosas con filosofía». «Además, una de las cosas más bonitas de trabajar en grupo es saber hacer las cosas en equipo. No puedes sacar el corne y rematarlo al mismo tiempo. Esa complementariedad de labores y esa disparidad de opiniones también suele ser lo que enriquece el resultado», precisó Pardo, quien se mostró contento de volver a la Mostra de Jazz. Satisfacción que compartió el respetable, tanto en su interpretación de los distintos saxos que sopló como con la flauta travesera.