Carlos Garrido da en Formentera y Eivissa un recital sobre su memoria musical

Garrido lleva tres años realizando estos peculiares recitales, en los que canta sus propias canciones, «aunque no soy cantante ni tengo ninguna aspiración de triunfar en esto. Es sólo que así comunicó mejor mi experiencia con el rock»., apuntó. Hace un año que le acompaña Brotons, «un músico profesional». El adjetivo «platónica» que ha añadido al título se debe a la idealización que hacía de las guitarras «cuando las veía en los escaparates en los 60 y yo no podía comprarme ninguna».

Natural de Barcelona y residente en Mallorca, su pasión por estas islas procede de Eivissa. «Ella es mi amante, Mallorca es sólo mi señora», ironizó. De sus obras, las más conocidas en las Pitiüses son «Eivissa mágica» y «Formentera mágica». «Creo que son dos trabajos que siguen vigentes, porque reflejan lo que yo entiendo como perenne en la isla; sus leyendas, tradiciones y una filosofía de vida. El de Eivissa está prácticamente agotado, pero el de Formentera ha sido reeditado hace poco en la misma editorial pero con un formato más grande», señaló el polifacético artista, que se declaró «siempre fiel al rock».