Julio Herranz15/03/03 0:00
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La plaza de la iglesia de Sant Josep acogerá a partir de las 22,00 horas, dentro del programa de sus fiestas patronales un concierto de José Àngel Hevia y su grupo. Será la segunda vez que el prestigioso gaitero asturiano toque en la isla. La primera fue en agosto de 1999, y junto al recuerdo de la buena respuesta del público Hevia contó ayer a este periódico una anécdota que reforzó la grata impresión que le dejó la isla: «Mientras esperaba sentado a que saliera mi equipaje, como soy muy despistado no me di cuenta de que se me había caído la cartera -con el dinero, las tarjetas, los documentos- y una trabajadora del aeropuerto me lo devolvió». «Me sorprendió, en un sitio tan cosmopolita, con un turismo tan masivo y en pleno agosto, encontrar gente de esa calidad humana».

Desde entonces, Hevia ha realizado con éxito giras por todo el mundo; grabó un disco, «Al otro lado», y en estos momentos está en el estudio, «cerrando un nuevo trabajo que saldrá a la calle el 28 de abril y presentaremos en la isla», apuntó. El grupo que le acompañará será el que le acompaña regularmente. «Traigo la formación habitual, una banda de lujo. Siempre digo que yo soy el peor de los músicos que están en el escenario; y eso de sentirse tan bien arropado es muy bueno. Teníamos previsto probar dos o tres temas, pero ya tenemos todo el repertorio completo, así que lo presentaremos entero».

Preguntado si la música celta goza de la popularidad que tenía hace unos cinco años, el músico asturiano reconoció que no está tan en el pico como estuvo entonces, «pero el público sigue respondiendo muy bien. Lo de la popularidad es cíclico, y le pasa también a otros tipos músicas, como el rock. Ahora estamos en un momento de más tranquilidad, con un género totalmente establecido. Hay gente que compra esta música de forma habitual; se encuentra en los estantes de música de cualquier tienda, cosa que antes era casi imposible, había que viajar a Londres para comprar un poco de música celta». «Además, al no estar tan de moda como otras veces, los que se quedan dentro son la gente que ha llevado esta música dentro toda la vida, una generación que fue levanto en su momento la bandera celta, esa que sigue ondeando», concluyó.