La Comisión de Patrimonio dio a conocer ayer los informes de los técnicos que han estudiado las tres denuncias presentadas por las recientes obras en la Catedral. En ningún caso han estimado que el presunto daño fuera relevante. En la reunión del próximo viernes, la Comisión hará una propuesta de resolución de los informes, retrasados más de lo esperado por la complejidad de los mismos, ya que ha incluido laboriosos estudios y varias catas.

Los técnicos han estimado que la denuncia del delegado del Patrimonio eclesiástico, Francesc Xavier Torres Peters, sobre el daño efectuado al arco gótico de la puerta de entrada al Museo Diocesano, no han sido tales, aunque la técnica utilizada para colocar el marco de la puerta no era la indicada. El promotor de las obras fue el Obispado; y los arquitectos, como en las otras dos denuncias presentadas, Salvador Roig y Xavier Palleja.

La segunda denuncia, hecha por estos dos arquitectos, fue contra el proyecto de iluminación interior de la Catedral. Los técnicos han estudiado las regatas hechas en la pared (tanto las del templo en sí, como las del Museo Diocesano y las de la torre del campanario) y afirman que no afectan a la estructura del edificio, pero aconsejan que se tengan en cuentan para futuras intervenciones.

En cuanto a la tercera denuncia, interpuesta por un vecino y un técnico, sobre el proyecto de reforma de la torre del campanario y su electrificación, el informe señala que las cañerías del exterior no figuraban en el proyecto. Consideran que se tendría que haber buscado una solución de menor impacto visual.