El pintor valenciano Manuel Hernández Mompó en su casa de Alaró (Mallorca), donde residió entre 1974 y 1983.

A. PLANAS/J. HERRAN Z
El Centro de Arte Reina Sofía de Madrid está trabajando en la creación de un catálogo razonado que reunirá toda la obra del artista valenciano Manuel Hernández Mompó, quien a partir de 1963 pasó largas temporadas en Eivissa y que residió en Mallorca entre 1974 y 1983. Este trabajo es el paso previo y una manera de localizar la máxima obra posible de este artista de cara a una gran exposición antológica que este centro cultural prepara de Mompó para 2005.

Así lo aseguró el pasado martes Carlos Pérez, responsable del catálogo razonado, que explicó que desde el Reina Sofía se ha hecho un gran esfuerzo por localizar el máximo número de obras posibles de este artista, «especialmente aquellas piezas menores, dibujos o papeles que están en poder de particulares». Es por esto que el museo ha lanzado una campaña de publicidad en muchos medios de comunicación para localizar estas obras. Todos los interesados en que su obra sea catalogada pueden llamar al 915 276417. El catálogo razonado de este artista, que falleció en Madrid en 1992 a la edad de 64 años, está siendo financiado por la Fundación Telefónica, que también patrocinará la exposición.

Según explicó Carlos Pérez, «hace ya varios años que se está trabajando en este proyecto», cuya finalidad es recoger el máximo número posible de obras de este artista, que fue fundamental en la pintura española de la segunda mitad del siglo XX. «El trabajo que estamos realizando en este momento es una investigación relativa a toda la trayectoria artística de Mompó», afirmó el responsable del catálogo.

El primer contacto que Manuel Hernández Mompó tuvo con Eivissa fue en 1963, cuando fue invitado a participar en una exposición colectiva del Grupo Ibiza 59, un colectivo formado por artistas alemanes, en su mayor parte (Erwin Bechtold, Erwin Broner, Hans Laabs, Katja Mairovski), que dio un impulso decisivo para la incorporación de Eivissa a las vanguardias artísticas del siglo XX. A partir de entonces, Mompó vivió a caballo entre la isla y Madrid, pero la influencia de Eivissa en su obra queda de manifiesto en la mayoría de las creaciones que realizó a partir de entonces. Y es que, como escribió unos años más tarde,«aquel año, por primera vez, empecé a preparar las telas con el máximo blanco; mis colores eran más luminosos y yo me sentía mucho más libre para hacer lo que me apetecía».

En 1972 Mompó presentó una exposición individual en la galería Ivan Spence, de Dalt Vila, y más tarde también mostró su obra en distintos espacios de la isla. Se sabe que en Eivissa pintó bastante, pero no hay constancia de que quede mucha obra suya en la isla, aparte de alguna obra en la Banca March o en el Museu d'Art Contemporani.

El artista valenciano se instaló en Mallorca en 1974. Primero en Palma y desde 1977 en Alaró. Su llegada a Mallorca coincidió con un inicio del proceso de simplificación de los signos. Sus cuadros tienen menos elementos, pero, al mismo tiempo, son más ricos en sugerencias. En este proceso de síntesis, Mompó pretendía alcanzar la anulación de la forma, mientras daba más importancia a la insinuación y a la sugerencia. En 1974 hizo su primera exposición en la Sala Pelaires.

Durante su estancia en Alaró también nacieron las obras que forman la serie que llevan el nombre de este municipio. Se trata de pinturas de colores vivos sobre cubos de metacrilato transparente. También durante la etapa en Alaró, en 1981, el creador valenciano se inició en la escultura. La estancia mallorquina fue de intensa actividad y se relacionó con artistas como Joan Miró, Rith Miller o Juli Ramis.