Así lo aseguró el pasado martes Carlos Pérez, responsable del
catálogo razonado, que explicó que desde el Reina Sofía se ha hecho
un gran esfuerzo por localizar el máximo número de obras posibles
de este artista, «especialmente aquellas piezas menores, dibujos o
papeles que están en poder de particulares». Es por esto que el
museo ha lanzado una campaña de publicidad en muchos medios de
comunicación para localizar estas obras. Todos los interesados en
que su obra sea catalogada pueden llamar al 915 276417. El catálogo
razonado de este artista, que falleció en Madrid en 1992 a la edad
de 64 años, está siendo financiado por la Fundación Telefónica, que
también patrocinará la exposición.
Según explicó Carlos Pérez, «hace ya varios años que se está
trabajando en este proyecto», cuya finalidad es recoger el máximo
número posible de obras de este artista, que fue fundamental en la
pintura española de la segunda mitad del siglo XX. «El trabajo que
estamos realizando en este momento es una investigación relativa a
toda la trayectoria artística de Mompó», afirmó el responsable del
catálogo.
El primer contacto que Manuel Hernández Mompó tuvo con Eivissa
fue en 1963, cuando fue invitado a participar en una exposición
colectiva del Grupo Ibiza 59, un colectivo formado por artistas
alemanes, en su mayor parte (Erwin Bechtold, Erwin Broner, Hans
Laabs, Katja Mairovski), que dio un impulso decisivo para la
incorporación de Eivissa a las vanguardias artísticas del siglo XX.
A partir de entonces, Mompó vivió a caballo entre la isla y Madrid,
pero la influencia de Eivissa en su obra queda de manifiesto en la
mayoría de las creaciones que realizó a partir de entonces. Y es
que, como escribió unos años más tarde,«aquel año, por primera vez,
empecé a preparar las telas con el máximo blanco; mis colores eran
más luminosos y yo me sentía mucho más libre para hacer lo que me
apetecía».
En 1972 Mompó presentó una exposición individual en la galería
Ivan Spence, de Dalt Vila, y más tarde también mostró su obra en
distintos espacios de la isla. Se sabe que en Eivissa pintó
bastante, pero no hay constancia de que quede mucha obra suya en la
isla, aparte de alguna obra en la Banca March o en el Museu d'Art
Contemporani.
El artista valenciano se instaló en Mallorca en 1974. Primero en
Palma y desde 1977 en Alaró. Su llegada a Mallorca coincidió con un
inicio del proceso de simplificación de los signos. Sus cuadros
tienen menos elementos, pero, al mismo tiempo, son más ricos en
sugerencias. En este proceso de síntesis, Mompó pretendía alcanzar
la anulación de la forma, mientras daba más importancia a la
insinuación y a la sugerencia. En 1974 hizo su primera exposición
en la Sala Pelaires.
Durante su estancia en Alaró también nacieron las obras que
forman la serie que llevan el nombre de este municipio. Se trata de
pinturas de colores vivos sobre cubos de metacrilato transparente.
También durante la etapa en Alaró, en 1981, el creador valenciano
se inició en la escultura. La estancia mallorquina fue de intensa
actividad y se relacionó con artistas como Joan Miró, Rith Miller o
Juli Ramis.
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