La Sala de Cultura de «Sa Nostra» acogerá a las 20 horas la inauguración de una exposición de pinturas de Adrián Rosa. La muestra, que ocupa las dos salas del centro de la calle Aragón, permanecerá abierta al público hasta el próximo 11 de diciembre. Hacía tres años que el veterano pintor ibicenco (nació en Granada, pero le trajeron a la isla muy pequeño) no presentaba sus trabajos en público; la última vez también lo hizo en esta sala, su espacio favorito para estos menesteres.

Siguiendo la técnica habitual (óleo sobre lienzo), los seguidores de Adrián Rosa notarán cierta diferencia respecto a su estilo habitual. «Continúo con mi línea de siempre, pero bajo la influencia del cubismo», apuntó ayer el pintor a este periódico. «Es un estilo que siempre me había gustado, pero nunca había desarrollado bien. El arranque, digamos, vino en el 95, cuando casi por casualidad hice un cuadro en el que se notaba mucho este estilo. Era sobre una guitarra descoyuntada, y había ecos de Braque, Picasso y, sobre todo, de Juan Gris». «Me di cuenta de que se me abría un nuevo camino, y a partir de entonces mi pintura está influida un poco, levemente, por el cubismo», añadió.

Aunque el cubismo sea un movimiento que tiene ya casi un siglo de antigüedad, Rosa lo incorpora ahora a su pintura como un factor natural de evolución. «Siempre he hecho una pintura que estaba entre el impresionismo y un cierto expresionismo a veces; con lo de ahora parece que me sitúa más en la actualidad, porque el cubismo fue muy importante en el siglo XX, que ya es el siglo pasado qué barbaridad», precisó.

En cuanto a los temas, el artista se bifurca en tres direcciones: «Hay bodegones con mucha influencia cubista, una serie de desnudos femeninos y otra de cabezas de mujer, que es lo más nuevo que presento en esta ocasión», concluyó.