Carmen Alfaro (izquierda) con parte del equipo que realizará las excavaciones, ayer en Pou des Lleó. Foto: MARCO TORRES

«Es un descubrimiento importantísimo que nos da cuerda para seguir adelante». Con estas palabras Carmen Alfaro mostró en noviembre de 2001 a este periódico la alegría que les produjo el descubrimiento en Pou des Lleó de una estructura que puede aportar datos relevantes para el conocimiento de la producción de púrpura en Eivissa durante la época púnica y, sobre todo, en la romana. La arqueóloga de la Universidad de Valencia es la responsable, junto al arqueólogo ibicenco Benjamí Costa, de las excavaciones, cuya segunda fase comenzó ayer y se desarrollará hasta el próximo 2 de noviembre.

Los trabajos, patrocinados a medias por la Universidad de Valencia y el Consell Insular, se desarrollarán especialmente en la zona marítima, junto al torrente conocido como Canal d'en Martí, donde se apreciaron los restos de tres zonas de «conquillers» (depósitos de moluscos usados para fabricar la púrpura) en la actual línea de costa. «Su importancia es muy evidente, y está en la línea de las que se están excavando actualmente en la isla de Djerba (Tunez)», según el informe de los responsables.

Los criterios seguidos para seguir con la investigación en el yacimiento de Pou des Lleó son el descubrimiento de la citada estructura de planta circular de 90 cms. de diámetro, que podría tratarse de un horno antiguo para trabajar en la manufactura del tinte de púrpura. Además, a su lado «son visibles aún restos de combustión que podrían relacionarse con la noticia de Plinio de que el fuego era utilizado en el proceso de elaboración de la púrpura para calentar el agua de la mezcla. Aunque las cenizas podía utilizarse también en la propia preparación del tinte, como uno de los elementos alcalinos para fijar el color».

Otras pistas descubiertas el pasado otoño fueron diversos fragmentos de ánforas y cerámicas antiguas, probablemente romanas, encontradas junto a algunos de los «conquillers»; el topónimo Canal d'en Martí podría sugerir la existencia de una conducción antigua de agua, confirmado por los vecinos de la zona; se trataría de un canal de agua dulce para la elaboración de púrpura, similar al existente en s'Argamasa, datado en la época romana. Por último, a unos 500 metros del Canal d'en Martí se hallaron restos de un posible establecimiento antiguo que podría fecharse en las épocas púnica y romana (siglos III-I a.C.) Además, hay noticias sobre otros posibles yacimientos antiguos en la zona de Pou des Lleó, que muestran indicios de poblamientos de cierta densidad.