El mundo del cine mexicano llora la muerte de uno de sus cineastas e investigadores más ilustres, Emilio García Riera, un ibicenco que emigró a México en 1944, donde se labró su prestigioso curriculum de cineasta. El historiador pitiuso falleció el viernes en su casa de Zapopan, en el estado de Jalisco, a consecuencia de una fibrosis pulmonar que le afectaba desde los últimos años.

Este historiador nacido en Eivissa en 1931 en el seno de una familia republicana era hijo del director del colegio sa Graduada y de una inspectora escolar. La Guerra Civil obligó a la familia a exiliarse, primero a la República Dominicana, hasta 1944, instalándose a partir de entonces en México.

Muchos han sido los reconocimientos y galardones que este estudioso del cine recibió durante su larga trayectoria. El último y uno de los más importantes fue el premio «Ariel» de oro, máximo galardón que concede la Academia de Cine Mexicana y que le fue otorgado el pasado 28 de mayo. Emilio García Riera había sido animador, fundador y director de las revistas «Nuevo Cine», «Imágenes» y «Dicine». Es autor de dos versiones de «La historia documental del cine mexicano», una en 9 volúmenes y otra en 18. También ha escrito una autobiografía, «El cine es mejor que la vida» y la novela «Polvo enamorado». Fue jurado en numerosos festivales internacionales de cine y en la actualidad dirigía el Centro de Investigación y Estudios Cinematográficos de la Universidad de Guadalajara (México).