Marco Aurelio Esquembre, director de la tercera campaña, explicó los últimos hallazgos. Foto: M. TORRES

«El resultado de estas campañas ha sido espectáculo, no sólo porque recuperamos parte de nuestro patrimonio, sino parte de nuestra historia». Con estas palabras, la presidenta del Consell Insular, Pilar Costa, mostró ayer su satisfacción en la presentación a los medios de la isla de una muestra de las 70.000 piezas encontradas durante los tres años que han durado las campañas arqueológicas de investigación en el subsuelo del Castillo de Eivissa.

De la tercera campaña, el descubrimiento más relevante ha sido el de tramo de muralla del siglo III a.C.; «es decir, la muralla que atacó Escipión cuando guerreaban en la II Guerra Púnica», precisó la consellera de Cultura, Fanny Tur. «También se han encontrado en una de las catas la mejor colección de armas de la época islámica de todo el Mediterráneo; y en la torre que se taponó justo antes de que llegasen los catalanes, y que se ha conservado cerrada hasta la actualidad, numerosos objetos que nos dan una visión muy completa de cómo era la vida doméstica en la época musulmana», añadió Tur. En breve, se hará en la Casa de la Ciutat del Castillo una exposición con las mejores piezas descubiertas.

Según explicó Marco Aurelio Esquembre, director de esta tercera campaña, ésta ha consistido en la realización de 10 sondeos manuales con un total de 660 metros cúbicos de tierra, lo que ha permito documentar «tres horizontes culturales»: Un primer nivel de Época Moderna, desde el siglo XVI al XVIII, que aporta «una valiosísima información sobre los diferentes tipos de cerámica, servicio de mesa, cocina y almacenaje, junto a un repertorio importante de objetos de la vida cotidiana»; al tiempo que documenta las relaciones comerciales de la isla con centros comerciales europeos y del resto del estado español.

El segundo nivel documentado corresponde a la época islámica, con un conjunto considerable de materiales de finales de los siglos XII y XIII, «lo que permitirá que Eivissa sea referencia obligada para la investigación y divulgación en el futuro de esta época». Del conjunto destacan cerámicas de lujo, piezas de hierro y bronce «y un instrumento musical de viento elaborado en hueso de gran importancia científica», así como una estancia de finales del siglo XII en perfecto estado de conservación, «con un banco adosado, una andana, un acceso, una posible ventana y una letrina». Por último, la excavación y documentación del nivel arqueológico en el que se ha hallado el referido tramo de muralla de finales del siglo III a.C.