Redacción Cultura12/07/02 0:00
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Tres esculturas monumentales situadas en las tres islas mayores del archipiélago, Mallorca, Eivissa y Menorca, para ser instaladas en un lugar público aún por determinar, es el encargo que ha recibido Lorenzo Quinn por parte de la Fundació Turística i Cultural de les Illes Balears (Fundatur). El hijo del actor Anthony Quinn estuvo el miércoles en Palma para elegir el lugar en el que se instalaría la pieza que la entidad regalará a la ciudad, que llevará el nombre de «Encuentros» y en la que trabaja en estos momentos.

La obra se compone de una mano gigante y una esfera de vidrió que reproducirá el globo terráqueo. «La mano señalará Mallorca». La razón: «A la isla se acercan personas que proceden de todas las partes del mundo; esa elección de venir aquí y no a otros lugares es lo que pretendo significar con la obra», explicó Lorenzo Quinn. La escultura medirá unos seis metros de alto y tendrá un diámetro de cinco metros. El grabado del globo terráqueo se convertirá, de esta manera, «en el más grande del mundo», según el artista. La mano estará hecha en resina, se recubrirá con una capa de bronce y tendrá una altura de 4'5 metros. El peso aproximado de la escultura será de 6.000 kilos y estará instalada entre los próximos octubre y noviembre.

Las tres esculturas que Lorenzo Quinn realizará por encargo de Fundatur se complementarán con tres exposiciones del escultor norteamericano que podrán verse, a su vez, en las tres islas en las que las piezas serán instaladas. Eivissa será la primera en acoger la muestra, a partir del 27 de julio en la galería Es Molí (carretera Eivissa-Santa Gertrudis). Quinn presentará para la ocasión alrededor de 30 obras de reciente creación, algunas de ellas de carácter monumental. «Será la primera vez que podrán contemplarse en España obras mías de gran envergadura», explicó. En la muestra se incluirán asimismo sus últimos experimentos con materiales poco habituales en los usos escultóricos, como el titanio.

Después de Eivissa, la exposición se presentará en Mallorca y Menorca. «La pieza dedicada a Eivissa será la más difícil, porque la gente tiene una imagen equivocada de esta isla; por eso tengo un especial interés en ella, porque intentará captar la auténtica Eivissa». Por el momento sólo tiene el nombre: «Vida».