El intercambio cultural con Torroella de Montgrí y la segunda
edición de la Diada Esportiva a la Mola transcurrieron ayer según
el programa previsto pese a que a primera hora de la mañana los
organizadores no las tenían todas consigo. La lluvia finalmente
tuvo una presencia testimonial.
A las once se inició el paseo a pie por el camí de sa Pujada.
Cerca de 200 personas, en su mayor parte de Torroella de Montgrí,
disfrutaron de las vistas y conocieron los rincones más curiosos de
la isla. Paralelamente, un grupo de ciclistas recorrió los caminos
de la Mola y se dio el pitido inicial a una pachanga de fútbol sala
para los veteranos; el relevo lo tomaron después los más pequeños.
A continuación hubo demostraciones de aerobic infantil y de
judo.
Mientras todo ello sucedía, las mujeres de la Mola rivalizaron
haciendo buñuelos como churros, se puso en marcha el concurso de vi
pagès y se cocinó la paella popular. Los organizadores utilizaron
120 kilos de arroz, 220 de pollo, 40 de sepia, cinco bolsas de
mejillones y cajas enteras de gambas y bocas para un total de 1.000
raciones. Por la tarde esperaba la primera edición de la Olimpiada
Pagesa que despertó gran interés entre los foráneos, muy
interesados en conocer las costumbres locales.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.