El polifacético artista Jordi Alcaraz preparando la exposición que inaugura hoy en la Van der Voort. Foto: V. FENOLLOSA

«Casi todo está colgado en la pared, pero con un cierto relieve, a medio camino entre la pintura, la escultura y el objeto; digamos que la bidimensionalidad no la practico mucho». Con estas palabras explicó ayer Jordi Alcaraz a Ultima Hora Ibiza y Formentera el eje central que polariza sus creaciones, una muestra de las cuales puede verse a partir de las ocho de esta tarde en la galería Van der Voort. «Es un sitio muy especial con el que me encuentro muy a gusto; por eso, con una regularidad de unos dos años, siempre acabo volviendo; algo en lo que también tiene que ver la complicidad artística que tengo con Cati Verdera», comentó el artista catalán, uno de los más solicitados del panorama nacional, como quedó demostrado una vez más en la última edición de la feria Arco, en la que de nuevo presentó sus obras en el stand de la galería Van der Voort.

Para su nueva cita con los aficionados de la isla, Alcaraz ha elegido «un par de esculturas que van mucho con este sitio; una de ellas, además, con sonido, lo que hace una escultura más, pues ocupa un lugar en el espacio. Así que se puede decir que llena toda la sala», ironizó. Además, también ha traído «varias piezas relacionadas con la isla, porque giran alrededor del agua, un tema que utilizo muchísimo. De una he hecho un tiraje especial para Cati». Y una novedad para sus seguidores: «Hay bastantes libros, un soporte que utilizo como si fuera papel; los manipulo, los pinto por encima... El libro en blanco respira de una manera distinta al papel en blanco, aunque lo trato de la misma manera», apuntó.

Y es que el carácter polisémico de la obra de Jordi Alcaraz es un emblema de la casa, como explica Cati Verdera: «Sus piezas poseen un marcado carácter camaleónico y sólo se aprecian tras una atenta mirada que consigue que el carácter escultórico de algunas piezas, planas a primera vista, se desdoblen ante la mirada del espectador». Para lograr tal efecto de trompe l'oeil, suele poner espejos dentro del marco que contiene la obra, «lo que crea espacios nuevos, porque así parece que entres en la pared, o a veces incluso que salgas, aunque siempre dentro del marco colgado», explicó.

Este recurso óptico es el que utilizó en las obras «Ses Illes», expuesta en el stand de la galería Van der Voort en Arco, una de las piezas que el Museu d'Art Contemporani d'Eivissa (MACE) ha seleccionado para adquirirla, una vez que el Patronato de la entidad dé el visto bueno. Símiles, metáforas, alusiones a sensaciones físicas y emocionales son referentes habituales en las obras de Jordi Alcaraz; impresiones que, acaso, precisan el apoyo de la palabra para captarlas: «El sonido, el color, el viento o el agua: movimiento dentro de materiales somnolientos, un sonido de metal o de piedra, animado desde su interior y que aflora a la superficie... Cada pieza constituye así el gesto que la ha creado, y vive tanto de la evidencia del gesto como de la marca que este gesto ha dejado», concluyó.

Tercera exposición en Eivissa del artista catalán
Hasta el próximo mes de abril estará abierta al público la tercera exposición que Jordi Alcaraz (Calella, 1963) presenta en Eivissa, siempre en la galería Van der Voort, con la que ha acudido a Arco en varias ocasiones. Como ya saben bien los muchos admiradores que tiene en Eivissa, en sus piezas utiliza los materiales y procedimientos más diversos: agua, pintura en movimiento, cristal, hierro, espejos y sonido; con ellos consigue convertir la exposición en una gran paleta de ilusiones y engaños que desafía al espectador.