El cantautor chileno Ángel Parra. Foto: GUILLERMO ROMANÍ

GUILLERMO ROMANÍ La Sala Municipal de Cultura (más conocida como el «cine»), en Sant Francesc Xavier, acogerá a las nueve y media de la noche de mañana miércoles un concierto del cantautor chileno Àngel Parra, en el que presentará su nuevo disco, «El corazón de los Andes». «Es la primera vez que estreno un disco aquí, ya que la première de Chile será en septiembre, y más tarde, en noviembre, haré lo propio en París», explicó ayer a este periódico el músico, quien desde hace décadas vive en la capital francesa, pasando desde 1979 sus vacaciones en Formentera.

Refiriéndose a su nuevo trabajo, el hijo de la mítica Violeta Parra, apuntó que «es un disco distinto, ya que está vez no ha sido gestado en Formentera, sino en el desierto de Atacama, al norte de Chile». Gran parte de los temas del álbum se los debe a su cardiólogo, quien le recomendó fuera a pasar una temporada a ese lugar, que «por esas fechas estaba lleno de flores, maravilloso». Como curiosidad, todas las canciones del disco llevan en su título la palabra corazón: «Corazón maldito», «Corazón soltero»...

Àngel Parra recibió este año en París la distinción «Gabriela Mistral», la más alta condecoración de su país de origen. Sobre su concierto de mañana explicó que además de presentar el nuevo disco, interpretará composiciones de su madre, como el famosísimo «Gracias a la vida», y de Atahualpa Yupanqui, «un monstruo de la música», apuntó. Asimismo, avanzó que estrenará una obra para guitarra titulada «Danza payesa nº1», dedicada a Can Xumeu Miquel, la casa en la que reside en Formentera.

En este sentido precisó que va a enviar este tema a los bailarines de Ricballet.Friends, que recientemente actuaron en la isla, «porque he sabido del interés que estos integrantes del Ballet de Burdeos tienen por poder bailar una composición mía». Parra apuntó que «Formentera será el puntapié inicial, como dicen los futbolistas, de la gira»; y que en la presentación del disco en Chile contará con la colaboración de su hijo, reputado guitarrista de jazz, por lo que «del ensamblaje de nuestros estilo tan distintos, sale una música distinta pero igualmente válida.