La International Gallery (ctera. Sant Josep, km. 1'3) acogerá a partir de las 19 horas de esta tarde una exposición de cerámicas de Corneille, fundador del movimiento artístico Cobra y un artista de reconocido prestigio en Europa y Estados Unidos. La muestra, que se presenta en Eivissa gracias a la colaboración con la galería Minsky de París, viajará en otoño al museo de arte contemporáneo de Zaragoza, en el que recientemente han presentado las obras cerámicas de algunos artistas fauves , de Picasso y de Miró.

Las obras que Corneille presenta ahora en Eivissa es una selección de los 62 modelos que ha realizado a lo largo de los tres últimos años. Una experiencia, la cerámica, complementaria de sus otras actividades artísticas por la que es reconocido y aplaudido desde hace varias décadas por la crítica especializada y los aficionados. Tanto las pinturas de su periodo abstracto (de 1957 a 1964) como las figurativas, una de las actividades que realizó en el movimiento Cobra, junto a sus condiscípulos Appel, Constant, Asger Jorn y Dotremont, que aglutinó durante la década de los 40 y los 50 distintas inquietudes artísticas de creadores de Francia, Dinamarca, Bélgica y Holanda.

De los 62 modelos originales que Corneille creó para esta serie de cerámicas, se editaron 59 en un número de ocho ejemplares cada una. Además, hubo una tirada especial de una docena de piezas murales a razón de 15 a 40 ejemplares por original. En todo caso, las piezas resultantes tienen suficientes variantes como para ser consideradas originales del artista, que a través de ellas ha reencontrado una renovada juventud creadora al servicio de nuevas formulaciones de su talento. Un terreno artístico, este de la cerámica, a través del cual Corneille se une, aún en plena madurez creativa, a la tentación que antes que él sintieron artistas de la talla de Chillida, Léger, Picasso o Tàpies; entre otros.

Respecto a las cerámicas que Corneille presenta durante todo el mes de agosto en la International Gallery ibicenca, el crítico francés Marcel Paquet ha escrito que «en el mundo creativo de Corneille hay siempre un fervor, un calor y una capacidad de invención que se alía naturalmente a la fuerzas más sensuales y carnales de la naturaleza. Por tal motivo, toda su obra es un testimonio evidente de un espíritu de resistencia ante todo aquello que mutila o limita la vida». «Por tal motivo, el cocido de la cerámica o del vidrio siempre han atraído su atención, ya sea a través de su combate para lograr un Bauhaus imaginista opuesto al frío geometrismo de Max Bill, o en el terreno de sus ensayos de esculturas de vidrio realizadas en Murano».