La Calle Caliente demostró el por qué de su nombre. Foto: KIKE TABERNER

La cuarta noche de la Mostra de Jazz Injuve 2001 estuvo marcada por la presencia del ritmo como nota dominante; el ritmo y la sensualidad que aportaron los protagonistas de la velada, Marc Ayza Quartet, uno de los cuatro grupos seleccionados por el jurado del Instituto de la Juventud, y, sobre todo, por La Noche Caliente, formación creada en Madrid en 1995 e integrada por siete músicos profesionales de varias nacionalidades.

Apenas pasados diez minutos de las diez, comenzó un concierto que registró un lleno casi absoluto, respondiendo pronto el personal con sus aplausos a los solos que iban marcándose Marc Ayza (batería), Guim García (saxo alto), José Reinoso (piano) y Curro Gálvez (contrabajo). Muy suelto en el escenario (no en vano es la cuarta vez que toca en la Mostra), Ayza llevó la voz cantante en cuanto a comentarios sobre el grupo y los temas que desarrollaron durante tres cuartos de hora. Composiciones propias, como «Tributo a Morgan», «Esencia de coco», «NB Fontana» o «Final d'agost», se alternaron con algún standard; tan satisfechos ellos, que no advirtieron que su tiempo se les había terminado.

Con un largo intermedio, por algún problemilla en el montaje del equipo, a las 11'30 de la noche subieron por fin al escenario La Noche Caliente, grupo alto en calorías, al que los espectadores respondieron con alegría y entrega desde el primer tema. Con un claro dominio de la escena, como corresponde a avezados profesionales con muchas tablas, el escenario del Reina Sofía fue caldeándose de forma evidente con las músicas que desgranaban Miguel Blanco (contrabajo), Vicente Borland (piano), Jesús Catalá (congas y percusión), Kevin Robb (saxo alto), Juan Carlos Morales (batería), Segundo Mijares (trombón) y Jesús López (trompeta).